Se puede pasear por las ajetreadas calles de Madrid con pleno desconocimiento de su historia, admirando sus altos edificios y sus gentes, sin mayores pretensiones que las de quien camina del trabajo a casa. Y, luego, se puede descubrir el Madrid que
En un edificio cualquiera de una calle sin nombre, se oye el eco del último disco de Justin Bieber, Purpose, e inevitablemente –y exceptuando a las proliferadas believers– un escalofrío recorre la espalda de algún vecino mientras balbucea “vaya música de mierda”
Las llaman las Islas Afortunadas, pero los afortunados son, sin duda, sus habitantes. Canarias es (y ha sido siempre) un lugar de diversidad y un punto de encuentro entre varias culturas. La benevolencia de su clima y su paisaje heterogéneo, junto al
Dicen que, al atardecer, si uno atraviesa el estrecho por el que navegaban los piratas, puede identificar siete tonos de azul en el agua. La Laguna de los siete colores es uno de los tesoros mejor guardados de los yucatecos, alejado (de momento)
Una mujer sin hogar y sin invitación alguna decide aparcar la vieja furgoneta donde vive en el acomodado barrio de Camden Town, justo delante de la casa del dramaturgo, novelista y humorista Alan Bennett. En un gesto de bondad y deber moral
Desde sus comienzos, el cine se ha servido del arte para realizar sus composiciones y reproducir sus ambientes, colores y formas de expresión. Muchas de las primeras producciones son copias vivientes de cuadros e, incluso, algunos directores y fotógrafos cinematográficos fueron pintores,
Llegó tarde a la fiesta y le tocó ser el noveno, pero no por ello es peor que las ocho artes que le preceden. Hablamos del cómic, uno de los lenguajes artísticos más populares del siglo XXI. El Espacio Fundación Telefónica acoge
Parece que este año están de moda las películas de época: primero fue La chica danesa ambientada en los años 20, luego Carol en los 50 y, ahora, la historia sucede en la misma década, pero en Brooklyn. Y, a pesar de
El problema de la crítica cinematográfica es que tiene tal influencia en la percepción colectiva que puede conseguir que pases por alto una película fantástica o, por el contrario, magnificar una ‘obra maestra’ que se desinfla cuando por fin la ves. Algo
Paolo Sorrentino (Nápoles, 1970) es uno de esos directores que tienen un estilo fácilmente identificable en la gran pantalla, aunque su nombre no aparezca por ningún lado. Lo son, también, Tim Burton, Martin Scorcese y, por supuesto, Alfred Hitchcock. Ese estilo que utiliza