‘Anatomía de una caída’: un film que pretende ser lo que no es

Anatomia de una caida

Su directora, Justine Triet, se ha convertido en la tercera mujer en ganar la Palma de Oro del Festival de Cannes. Ahora, lucha por hacerse también con la estatuilla dorada

Anatomía de una caída (Anatomie d’une chute) es, desde su estreno en mayo de 2023 en el 76.º Festival de Cine de Cannes, una obra muy alabada por la crítica. No solo esto, sino que también se ha alzado con 31 premios, siendo los más destacables -con perdón del resto de galardones- el Globo de Oro a mejor película de habla no inglesa y la Palme d’Or del Festival de Cannes a la directora, Justine Triet (Fécamp, 1978). Además, cuenta con nominaciones a los Premios Oscar por mejor película, mejor dirección, mejor actriz, mejor guion original y mejor montaje.

Ficha técnica

Dirección: Justine Triet 

Reparto: Sandra Hüller, Swann Arlaud, Milo Machado Graner, Samuel Theis 

País: Francia 

Año: 2023 

Fecha de estreno: 6–12-2023 (España)

Género: Drama 

Guion: Justine Triet, Arthur Harari 

Duración: 151 min.

En un chalet en los Alpes franceses, la escritora Sandra Voyter (Sandra Hüller) intenta dar en su casa una entrevista a una joven estudiante. Sin embargo, este propósito resulta imposible por el volumen ensordecedor de la música que el marido de Sandra, Samuel Maleski (Samuel Theis), empieza a escuchar desde su ático en el que trabaja. El hijo ciego de ambos, Daniel (Milo Machado Graner), sale a dar un paseo con su perro y, cuando regresa, se encuentra con el cuerpo sin vida de su padre a las puertas de su casa. En ese momento comienza una intensa investigación para alcanzar la verdad y conocer qué ha ocurrido. La mujer pasa a ser la principal sospechosa de esta muerte, por lo que su amigo y abogado Vincent (Swann Arlaud) intenta prepararla para demostrar su supuesta inocencia en el juicio.

Anatomía de una caída
Cartel de Anatomía de una caída

Una imitación no lograda

(Atención, spoiler)

El hijo se convierte en la única persona capaz de aportar algo de luz al caso, pues ha sido el último que ha compartido tiempo con la víctima y con la principal sospechosa, con el importante hándicap de su ceguera. Este ha sido un argumento ya utilizado en otras películas, como Jennifer 8 (Bruce Robinson), en las que el único testigo de un asesinato es invidente. Esto suele provocar una mayor emoción e intriga a la cinta, aunque no es el caso de Anatomía de una caída.

El largometraje pone el foco de atención en el procedimiento judicial, siguiendo la estela de otras grandes obras cinematográficas, por ejemplo Testigo de cargo (Billy Wilder), Matar a un ruiseñor (Robert Mulligan) o, la obra de casi idéntico nombre, Anatomía de un asesinato (Otto Preminger). Sin embargo, a pesar de la buena intención, no se logra la tensión que realmente tiene un procedimiento judicial por homicidio. El factor sorpresa se deja de lado durante toda la película.

La cinta tiene una duración de 150 minutos, de los cuales 135 sobran. El desarrollo del film lo único que proporciona al espectador es agotamiento y fatiga, sin aportar nada nuevo a la trama. El intento por alcanzar la verdad sobre la muerte de Samuel se queda en eso, en un mero propósito, pues la obra cuenta con un final abierto, demasiado abierto. Además, impacta el testimonio final de Daniel debido a la gran madurez que se aprecia en él, aunque se trate de un niño de tan solo 11 años. A pesar de la muerte y del descubrimiento de los problemas mentales de su progenitor, impacta la lucidez y entereza del niño frente a la corte.

Fotograma de Anatomía de una caída

Una película que, bajo la envoltura de un thriller judicial, abarca el tema de la insatisfacción y conformidad que prácticamente todos alcanzaremos en algún momento de nuestras vidas. Particularmente se muestra la monotonía conyugal del matrimonio. En este sentido, el único giro que intenta dar el largometraje tiene que ver con una escena de una pelea entre la pareja. El accidente que dejó invidente a Daniel provocó una fractura entre Samuel y Sandra y desembocó en graves problemas mentales en el fallecido.

La escena de la discusión es la única que proporciona el momento más cercano al clímax que se vive durante toda la película, además de ser el único instante que saca a los personajes de su papel frío e impasible. Estas figuras se mantienen planas y estables sin mostrar demasiados cambios en su personalidad ni evolución, al contrario de lo que es característico de los personajes de thrillers, quienes poco a poco van mostrando sus secretos al espectador.

Aunque la trama central se proyecta sobre Sandra, pretendiendo hacer un retrato psicológico de ella durante la preparación para el juicio, tan solo se consigue mostrar a un personaje insensible. No se alcanza el involucramiento necesario para poder empatizar con la protagonista, creando una gran barrera entre el espectador y sus sentimientos.

El diamante de la película

Sin duda, lo más destacable de Anatomía de una caída es la actuación de Sandra Hüller: el saber transmitir la frialdad de un personaje y la estabilidad emocional que conlleva esta situación. El hartazgo de un matrimonio asfixiante, la desesperación al vivir apartada de la población en lo alto de la montaña, la frustración de una vida monótona. Todo eso es la actuación de Sandra Hüller. Lo único por lo que merece la pena ver este largometraje que, en efecto, se vuelve demasiado largo.

Tráiler de Anatomía de una caída

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