El 13 de diciembre Paradero desconocido vuelve a las tablas españolas. Esta vez lo hará en el Teatro Bosque de Móstoles, de la mano de Andrea D’Odorico (producción) y Laia Ripoll (dirección). Un montaje basado en una novela que fue un
Chris Brown no tiene pinta de haber sido el empollón del colegio. Resulta más fácil imaginarlo dándole una colleja al gafotas. En cambio, miradlo ahora: ¡se ha puesto las gafas de Radar! Renovarse o morir.
Si te quieres saltar la operación bikini con un donut, un buen helado de cucurucho o un par de galletas de las de masa gorda, estás de enhorabuena. O bueno, quizá no, porque no te las vas a poder comer. Lo que
Haley Joel Osment y Dakota Fanning lo pasan verdaderamente mal en la última novela de Tao Lin, un hilo asfixiante de chats de Gmail no apto para lectores con tendencia al agobio.
Existen muchos caminos para hacer cine. Uno de los buenos es aquel en el que el narrador logra desvanecerse, creando así la ilusión de que no hay nadie entre los personajes y el espectador. Éste abandona entonces su butaca y, cuando se
Acostumbrada a grabar sus álbumes en diez días (Soviet kitsch, 2006) e incluso en uno solo (Songs, 2002), la cantautora ruso-estadounidense Regina Spektor ha relajado el tempo con What we saw from the cheap seats, su último trabajo de estudio, cuyo lanzamiento
El público de la Rusia zarista que en 1836 asistió al estreno de Elinspector, la obra de Nikolai Gógol, quedó tan conmocionado que sus reacciones de estupor e indignación inspiraron al escritor para escribir la pieza Alasalidadelteatro. En cambio, los espectadores que