“Como el viento, como el viento…mece mi cuerpo”. No con el viento como dice esta canción pero si con su voz y sus acordes de guitarra. El músico Jairo Zavala crea pura magia en el escenario consiguiendo que el público se mueva acompasadamente,
Cómo ser cinéfilo y no palmar en fechas navideñas. Menos The artist, poco o nada se salva de la quema. Tampoco da el remiendo del bolsillo para ostentaciones, que hacer de paje tiene miga y todavía no desgrava, según el BOE. Entre
El escaparate decorado íntegramente con azúcar y chocolate ya lo anuncia, vamos a entrar en el nuevo templo del dulce madrileño, Mamá Framboise. Brownies, cookies, tartas de frambuesa que hacen honor al nombre del establecimiento y hasta los célebres muñecos de jengibre
Nadie sabe con exactitud de qué materia se compone el arte. Si pesa más el sueño o la locura. Después de todo, estar cuerdo no sale a cuenta. Eso debió pensar la arquitecta vietnamita Dang Viet Nga cuando decidió ceder a su
Si tienen planeado viajar a Londres en familia aprovechando los días festivos,despues de visitar los lugares emblemáticos: Torre de Londres, Big Ben, los multiples museos con los que cuenta la ciudad, donde sus exposiciones permanentes son gratuitas, por supuesto realizar comprar en
Superstición, extraños cultos y un aterrador secreto en las profundidades marinas. La localidad pesquera de Innsmouth (Massachusetts) tiene mucho que contar y Robert Olmstead está dispuesto a descubrir qué dicen cuando callan sus misteriosos habitantes. Una vez dado el primer paso no
Ni los Oscar, ni los César, en España la calidad cinematográfica responde al nombre de un pintor, Goya. Este año nuestro cabezón de bronce cumple un cuarto de siglo. Con motivo del aniversario, La exposición Un Viaje al cine español: 25 años
En la luna es una obra que el teatro de la Abadia encargó a Alfredo Sanzol. La inspiración para escribirla le llegó porque acababa de tener su primer hijo, entonces conectó con su niño interior y escribió 15 piezas cortas que suceden
Para los hombres y mujeres al borde de un ataque de nervios que se rigen por la ley del deseo y se pierden en enredados laberintos de pasiones. Para los que reclaman el calor de sus parejas con mala educación al grito