Lo que Innsmouth esconde

Superstición, extraños cultos y un aterrador secreto en las profundidades marinas. La localidad pesquera de Innsmouth (Massachusetts) tiene mucho que contar y Robert Olmstead está dispuesto a descubrir qué dicen cuando callan sus misteriosos habitantes. Una vez dado el primer paso no podrá huir de su destino ni de las preguntas que guardan un pasaje hacia la oscuridad. El último montaje de la Compañía Clásica de Comedias sitúa sobre el escenario uno de los textos más genuinos de H. P. Lovecraft, el maestro por antonomasia del relato clásico de terror.

La sombra sobre Innsmouth representa muy bien la característica principal de la pluma lovefcriana: introducir al espectador en una realidad en la que los seres y hechos sobrenaturales no habitan cerca del hombre como simples mitos y leyendas. Al contrario, conviven con él, acechan a la humanidad con malignas intenciones.

La adaptación teatral que han llevado a cabo  Antonio Vicente Chinchilla -director de la compañía- y Juan León aproxima con suficiente fidelidad el sentido de la novela, aportando soluciones efectivas a las limitaciones del espacio dramático y la multitud de escenarios y personajes que pueblan la novela. Mas hay que tener en cuenta también que el terror es un género dificultoso en su traslado a las tablas.

Un entorno ambientado con proyecciones audiovisuales, música y efectos de sonido deja el peso del montaje en la actuación de sus cuatro actores –Lidia Albarracín, Joan Fabrellas, Ángel Herrero y el propio Antonio Vicente– que logran captar al público para que no ponga límites a su imaginación y se abandone al misterio. 

El proyecto, que surgió como teatro radiofónico en verano de 2010, se estrenó en Elche y desembarcó en la Semana Gótica de Madrid el mismo año. En próximos meses tomará, muy posiblemente, una conocida sala alternativa de la capital. Para entonces, la Compañía Clásica de Comedias -de naturaleza cómica, pero talentosa en todo tipo de géneros-, habrá sembrado soplos de pesadilla en los osados que no teman la alargada sombra de Innsmouth.

 

 

 

 

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