¿Qué tienen en común Don Quijote, los personajes de Jane Austen y Bridget Jones?
Se puede pasear por las ajetreadas calles de Madrid con pleno desconocimiento de su historia, admirando sus altos edificios y sus gentes, sin mayores pretensiones que las de quien camina del trabajo a casa. Y, luego, se puede descubrir el Madrid que
En su primer cuadro al óleo pintó un caracol y, aunque por aquel entonces acababa de cumplir los cuatro años, ya respiraba arte por todos sus costados. Su madre y principal maestra fue una artista reconocida en Valencia durante finales del siglo
El Quijote no es para leerlo, sino para contarlo. Así explicó ayer el académico de la lengua Francisco Rico el motivo de una nueva adaptación radiofónica de la obra universal de Miguel de Cervantes, coincidiendo con la fecha de su fallecimiento y el Día
En medio de la nada. Ajenos al mundanal ruido de la ciudad. ¿Cómo puede España guardar con tanto recelo estos parajes de tranquilidad? Acostumbrados, quizás, al ajetreo de las ciudades, no nos preguntamos qué hay más allá de los rascacielos madrileños.
A Nicanor Parra hay que leerlo del todo, desde su primeros versos hasta el último artefacto u obra pública. Como a todo gran poeta hay que leerlo y volverlo a beber. Solo así seremos capaces de vislumbrar el calado de su influencia
El anuncio de la nueva entrega de Sherlock Holmes en la gran pantalla ha provocado en mi alma de aficionada la necesidad irremediable de adentrarme una vez más en sus enigmas literarios. El estilo soberbio, la mente irritantemente lógica y un sobrehumano
Oler. Tocar. Mirar. Hojear. Una serie de placeres de los que cuesta desprenderse a la hora de comprar un libro. Se guardan con cuidado, los colocas con un orden aleatorio, a veces por orden alfabético de autor, otras por temas, incluso