Tomaz Pandur, alquimista en ‘Fausto’

Pocos directores pueden presumir de tener un sello propio. Tomaž Pandur es uno de ellos. El esloveno propone de nuevo, en el Fausto de Goethe, un lenguaje escénico personal con simbologías a veces complejas y ajenas al espectador. El público asistente al

Mauthausen al teatro

«¡Qué maravilla!», podía escucharse a la salida de la sala Francisco Nieva, en el Teatro Valle-Inclán, anoche, pasadas las dos horas y cuarto de representación. Por vez primera, tardé más de media hora en abandonar sus puertas. El estupor, la emoción y