Madrid ya no es la ciudad de la que hablaba Sabina en los ‘80: no hay jeringuillas en lavabos, y ya casi no quedan rincones. Puede que las niñas sigan sin querer ser princesas, y la playa es verdad que sigue estando
Incubus nació en el año 1995. En las reediciones posteriores de su disco debut Fungus Amongus pedían disculpas por esta “locura adolescente” mezcla de metal, funk y toques de electrónica. Dos años después llegaría S.C.I.E.N.C.E, la madurez de su etapa primigenia, el
Opino que en televisión, como en el cine, es preferible un producto humilde pero amigable, a uno que en su pretensión grandilocuente, defrauda por tratar de volar demasiado alto. No miro a nadie, solo alabo las virtudes de la última serie a
Se dice, se cuenta, se rumorea, que allá por 1817 un conjunto de mareos, vértigos y alucinaciones se apoderaron del escritor francés Stendhal justo después de abandonar la Santa Croce y tras varios días de recorrido por la ciudad del Arno, los
Drogadicto, intelectual, barriobajero, pero también talentoso. Pete Doherty es un artista dotado de indudable talento escondido bajo numerosos pecados capitales. Un músico desfigurado por algún trauma, la droga y modelos bellas. Fracasa constantemente en su rehabilitación, pero la música se le da
Cada año hay cientos de bandas británicas y europeas tratando de entrar en el mercado americano, pero muchos son los llamados y pocos los elegidos. Mumford & Sons están en el segundo grupo. Su actuación en los Grammy coló su disco debut,
Ha vuelto Yelle. El trío francés liderado por Julie Budet, ha publicado recientemente su segundo álbum de estudio, Safari Disco Club, con el que pretende reventar las pistas de baile a base de musicón del bueno, como ya hizo hace algunos años
Martirio sería no escucharla. Martirio es una de las voces más personales de nuestro país. Una de las personalidades más llamativas de las últimas décadas. Artista performativa, intérprete, estilista, cantante. Martirio estrena trabajo el 20 de mayo en el Teatro Español de
Penetrar en el álbum de debut de Yuck puede resultar un ejercicio un tanto deconcertante. Es como si abriéramos una vulgar cebolla y, capa tras capa, su naturaleza cambiase del blanco al morado; limpia, sin mezclas chirriantes, ni colores de aguachirri. Llevo
Una vez vi una película que no necesitaba efectos especiales para nada. Una vez vi una película que tampoco precisaba de presupuestos millonarios, ni de montajes perfectos, ni de fotografía artificiosa, ni de un guión rebuscado, ni de súper estrellas de Hollywood.