Tras invadir casas de amigos, preparar tiendas de campaña o hacer reservas en hostales de dudosa reputación, se agradece que un festival te coincida cerca de casa, a un par de paradas de autobús o a diez, pero sabiendo que tu cama
Sorbos de cerveza, saltos de fanáticos, besos de parejas, aplausos y gritos, bailes frenéticos en la mitad de la sala, quietud en la otra mitad. Pero todos los ojos y sobre todo, todos los oídos, estaban pendientes del pequeño escenario de la