CAÓTICO ASTORIA

Cartel Lüger y Telephones Rouges en Astoria

Sorbos de cerveza, saltos de fanáticos, besos de parejas, aplausos y gritos, bailes frenéticos en la mitad de la sala, quietud en la otra mitad. Pero todos los ojos y sobre todo, todos los oídos, estaban pendientes del pequeño escenario de la sala Nasti, donde el pasado jueves 27 se reinauguraba el club Astoria. Los madrileños Lüger y los gallegos Telephones Rouges fueron los culpables de que esta nueva apertura cumpliese su objetivo: hacer mucho ruido en la enmarañada noche de Madrid.

Telephones Rouges (con guitarrista temporal de los grungeros vigueses Thee Possums) hicieron lo que tenían que hacer: llegar, tocar, impresionar, dejar caliente casi ardiendo el escenario para los que vendrían después y… protestar por la falta de tiempo para tocar todo el repertorio que tenían preparado. El hecho de no haber empezado puntuales y haberse alargado en uno de los temas, provocó que canciones como ‘Helio’ se quedase en la recámara de una pistola que tenía muchas balas que disparar esa noche (y nunca mejor dicho para quienes conocen el tema…”e non me mires máis ós ollos, xa non hai nada que ver, só suspiro gritos secos, que te poidan ver morrer. Vou saír á disparar…disparar”).

Telephones Rouges

Aún así, dejaron el pulso de los asistentes bien acelerado y el ánimo alterado. La presentación de su último EP Radiocontrol  fue kraut, fue galego, fue shoegazer, fueron temas alargados, distorsión, voz en grito, suciedad, bizarrismo… tensión musical que agarrota los músculos. Pido, desde mi humilde posición, que vuelvan, rematen el setlist y nos dejen bien desfogados: el coitus interruptus nunca es una opción.

Tras ellos, un tercio de cerveza más, un rápido cambio de escenario y aparecen los cabezas de cartel de la noche, Lüger. Supieron retomar la energía dejada por Telephones Rouges e incrementar, si cabe, la intensidad del ambiente. Más densos, con esa facilidad para recrear atmósferas y provocar una especie de hipnosis sucia en el público, Lüger supieron defender el krautrock implosivo de su disco homónimo.

Lüger

Son como una bomba siempre a punto de estallar, girando sobre sí misma y acercándose al objetivo con cada giro en espiral. Son una especie de psicodelia de la Alemania militar que invadió ese jueves el Astoria, cual paso marcial. Lüger son muchas cosas pero aquella noche fueron sintetizadores que a veces llevan a lo marciano y extraterrenal como en ‘La fin absolue du monde’ o ‘Portrait of a distant look’ o más stoner como la gran ‘Swastika Sweetheart’ introducida por una atrapante ‘Spotted Instrospective Female Firecracker’.

Y atrapada en la telaraña de Lüger me quedé, tras haber sido disparada por Telephones Rouges. Así que medio desangrada de Budweiser y con mil sonidos retumbando en mi pecho y mi cabeza, salí de ese nuevo Astoria, pensando en lo inquietantemente placentero que es el caos cuando se hace tan bien.

Fotografías: David Tombilla

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