La comedia de Adam McKay recrea una sociedad ridícula y apática a la que no le podría importar menos el fin del mundo
Año 2008. El colapso de la burbuja inmobiliaria desata la crisis económica a nivel internacional, con la consiguiente falta de liquidez y el derrumbe bursátil. Un par de años antes, cinco “locos” dan la voz de alarma sobre la posible ruina hipotecaria que está por llegar,