Color, mucho color, alegría e ironía en La Prohibición de Amar, la segunda ópera que compuso el genial Richard Wagner y la primera que estrenó allá por el año 1836. Una ópera que en su momento se consideró maldita, y que el
“Ya estamos de nuevo con la alta cultura. Ahí solo va gente mayor, gente que tiene dinero y para aparentar”, se queja Pablo, un joven de 22 años, distraído con el móvil en la cola del cine, como si se tratara de
Federico García Lorca (1898-1936) definía su obra El público como «un poema para ser silbado». Este texto, escrito en Cuba, justo después de su viaje a Nueva York, se vio notablemente influido por movimientos estéticos contemporáneos de la época, principalmente el surrealismo, y permitió
El Teatro Real dedicará al que fue su director artístico durante un lustro, Gerard Mortier, las funciones de 'Lohengrin' y le homenajeará el 2 de abril.
Este fin de semana Abdellatif Kecheche ha relevado al 'Amour' de Michael Haneke como ganador del Festival de Cannes 2013, con su película La vie d'Adèle. Y coincidiendo con ello, el filme de Haneke acaba de ser lanzado en DVD y Blue-Ray
Gaizka Gurrutxaga es uno de los tenores del coro titular del Teatro Real de Madrid. Donostiarra de nacimiento, pronto supo que le gustaba cantar e intentó por todos los medios dedicarse a ello. Fue un chico afortunado, y ahora, con tan
En los mundos de fantasía siempre se esconden rincones oscuros; Walt Disney, el emperador del mayor reino animado es reflejo de ello. Philip Glass nos descubre al humano detrás del mito en la ópera The Perfect American.
Cómo adaptar a escena el genocidio de los gitanos a manos de los nazis puede suponer un reto para cualquiera que se lo plantee, sin embargo, hacerlo solo bajo cante jondo y flamenco es una agridulce tarea que ha intentado (que
No todos los días se colocan 130 músicos y 120 cantantes sobre un escenario para interpretar Saint François d’Assise, una de las obras más complejas de Olivier Messiaen. La primera vez que se puso en pie fue en la Ópera de Paris,
Era una tarde primaveral, y faltaba todavía una hora para la boda cuando los invitados ya empezaban a llegar. Querían ver bien a la novia y, venidos de Londres, de Roma y de París, de Japón y del mismo Madrid, se apresuraban