Teledibujo, ¿dígame?

La puerta se abre y, tras ella, bajo un jersey gigante, aparece Amaya, con una sonrisa y las mejillas algo sonrosadas. Está nerviosa, porque durante las siguientes horas su casita de Vallecas acogerá un placer cada vez más insólito, el del dibujo

EL ARTE SIN MORIRTE DE FRÍO

Juanjo Sáez es un tipo que cae bien cuando lees sus historietas. Es un niño grande, eso se ve a la legua. Y no sólo por sus dibujos deliberadamente simplistas y medio mal hechos, ni por su caligrafía infantil y llena de