«Por qué nos hemos quedados ciegos, No lo sé, quizá un día lleguemos a saber la razón, Quieres que te diga lo que estoy pensando, Dime, creo que no nos quedamos ciegos, Creo que estamos ciegos, ciegos que no ven, ciegos que,
Cuanto más amarillento sea su cuerpo; cuanto más roída tenga la cabeza y los pies y cuanto sus costillas más desencajadas estén; cuanto más fuerte sea su aliento y cuanto más arrugada lleve camisa y solapa, mayor poder de atracción tendrá sobre