“Tener un final feliz depende, por supuesto, de donde quieras que acabe tu historia”. Esta frase podría perfectamente figurar como epitafio del inclasificable y polifacético Orson Welles (Wisconsin, 1915 – California, 1985), que hubiera cumplido hoy 100 años. De sus setenta
Una tarde de abril de 1946, en un estudio de la parisina Rue Jacob, el destino cambiaba la vida de un hombre arruinado; un fake de Picasso más tarde comenzaba la carrera de Elmyr de Hory: húngaro, de familia aristócrata, cultivado