Una escalera serpenteante y de color verde conduce al refugio de Ceesepe, un estudio ubicado en la calle Mayor, a escasos metros de la puerta del Sol, el meollo indiscutible de un Madrid que parece haberse olvidado ya de La Movida que
“Él ha trabajado con animales, con plantas. Se ha centrado en lo orgánico. En la vida y la muerte, y en cómo de la muerte surge vida. Estaba obsesionado en ese momento”. Asela Pérez Becerril define así una de las facetas del artista Hugo