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Cinco películas de (des)amor y cinco canciones desesperadas

Bridget Jones

Como explicó Miguel Hernández en uno de sus poemas, el ser humano “Llegó con tres heridas: la del amor, la de la muerte, la de la vida”. Las artes, si bien no nos proporcionan la cura de esas heridas, nos sirven al menos como una vía de expresión y consuelo. Mucha gente aprovechará este 14 de febrero para celebrar que están enamorados. Sin embargo, en esta ocasión hemos preferido dedicar el día de San Valentín a los miembros del club de los corazones rotos. Así que proponemos una lista (que podría ser infinita, porque el dolor suele ser más creativo que la felicidad) de películas y canciones sobre el desamor, ya que tal y como sentenció Neruda “es tan corto el amor y tan largo el olvido…”.

CINCO PELÍCULAS DE (DES)AMOR

Olvídate de mí (2004)

Jim Carrey y Kate Winslet dejan de lado sus roles habituales, el uno su vis cómica y la otra sus papeles más bien dramáticos, para encarnar a los protagonistas de esta relación entre un chico más bien introvertido y formal y una joven impulsiva y caótica. A través de saltos temporales la película nos va introduciendo en la historia de amor entre Joel y Clementine. Es el día de San Valentín y Joel está profundamente destrozado tras la ruptura con Clementine. La situación se agrava cuando descubre que ella le ha borrado de su mente acudiendo a una clínica especializada en eliminar recuerdos dolorosos. Joel decide hacer lo propio, pero mientras le están borrando los recuerdos (a los que vamos asistiendo como espectadores y, de paso, construyendo la historia) descubre que no quiere deshacerse de su memorias… Se trata de una reflexión sobre el dolor y el desamor, con tintes distópicos que nos lanza el mensaje de que el amor, por mucho sufrimiento que nos cause al final, suele merecer la pena.

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10000 km (2014)

Carlos Marques-Marcet recibió el premio Goya al mejor director nobel por esta película que trata sobre las relaciones a distancia, tan habituales en la actualidad e igualmente complicadas (o más incluso) que las relaciones normales, incluso en un mundo en el que la tecnología nos facilita la comunicación. Alex (Natalia Tena) y Sergi (David Verdaguer) viven en un piso del barrio gótico en Barcelona y se plantean la posibilidad de tener un hijo. Sus planes de vida dan un giro de 360º cuando Alex recibe la noticia de que le han concebido una beca para desarrollar su carrera como fotógrafa en Los Ángeles. A partir de ese momento vivirán un año de turbulenta relación separados por 10.000km. ¿Serán capaces de sortear la distancia? ¿O la separación les llevará a replantearse su amor?

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Stockholm (2013)

La película, dirigida por Rodrigo Sorogoyen y escrita en colaboración con Isabel Peña, parece ser una comedia romántica en inicio que es deconstruida posteriormente para plantearnos una reflexión profunda y dramática sobre la manera fugaz y caduca de vivir el amor y el sexo por los hombres y las mujeres del siglo XXI. «Me he enamorado de ti», le dice Él (Javier Pereira) a Ella (Aura Garrido) cuando coinciden en una fiesta underground en el centro de Madrid. Ella le rechaza en numerosas ocasiones, pero ante la insistencia de él y el despliegue de sus encantos, acaba accediendo a entrar en su casa. Se acuestan juntos y al día siguiente todas las bellas palabras de Él caen en saco roto, tan solo ha sido una noche de sexo. Ella se revela contra su desprecio y rehúsa salir de su casa. El final de esta turbulenta historia es impactante y apoteósico.

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Antes del anochecer (2013)

Antes del anochecer completa la trilogía de películas de Richard Linklater (Boyhood) en las que se desarrolla el romance entre la francesa Céline (Julie Delphy) y el norteamericano Jesse (Ethan Hawke) a lo largo de tres décadas. Esta cinta está cocida a fuego lento y repleta de conversaciones en las que se reflexiona sobre cómo el enamoramiento inicial se va transformando, a lo largo de los años, en algo distinto, más adulto y menos romántico. En esta ocasión, al igual que en Stockholm, se le da la vuelta a la comedia romántica, género al que pertenecían las otras dos entregas, para enfrentarse con la cruda realidad. ¿Existe el amor para toda la vida? ¿De qué modo degrada el tiempo y la rutina las relaciones?

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Her (2013)

¿Cómo serán los romances del futuro? ¿Es posible enamorarse de un robot? Scarlett Johanson pone voz a Samantha, un sistema operativo con el que es posible comunicarse como si de una persona se tratase. El solitario escritor de cartas de felicitación Theodore Twombly (Joaquin Phoenix) acaba de romper con su anterior pareja y descubre un sistema operativo con el que empieza a hablar y por el que se empieza a sentir atraído. ¿Cómo acabará esta historia amorosa de ciencia-ficción?

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CINCO CANCIONES DESESPERADAS

Para acompañar las películas anteriores, que no son en ningún caso historias de amor tan perfectas como Titanic, hemos pensado en una serie de canciones, fantásticas para echar alguna lagrimilla en memoria de los amores frustrados a lo Bridget Jones con el All by Myself de Céline Dion. Prepara unos cuantos pañuelos y desahógate, y siéntete especial en el día del año en el que el amor se vuelve demasiado mainstream.

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Veinte años/Temps perdut – Sílvia Pérez Cruz

Esta habanera que compusieron Guillermina Aramburu y María Teresa Vera en 1935 ha sido versionada en numerosas ocasiones (Buena Vista Social Club, el Cigala…). Hemos escogido la voz de Silvia Pérez Cruz, que con su sensibilidad nos transmite el dolor por un amor perdido, pero no olvidado. Además, la cantante catalana fusiona la pieza con otra habanera, compuesta por sus padres, también músicos, y titulada Temps perdut (Tiempo perdido), que trata sobre el mismo tema: «Si las cosas que uno quiere se pudieran alcanzar./Tú me quisieras lo mismo que veinte años atrás./Con qué tristeza miramos a un amor que se nos va,/es un pedazo del alma que se arranca sin piedad».

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Candombe para olvidar (2014)- Ismael Serrano

El cantautor Ismael Serrano nos lanza un mensaje positivo. Dedica su canción a un sujeto poético con mal de amores («tu corazón, estado civil sufriente»). El yo poético le anima a seguir adelante sin arrepentirse porque amar es vivir y a veces el desamor es un daño colateral que vale la pena: «Y aunque olvidar es una forma de mentir,/quizá esté bien abrir por fin cada ventana./Si sufrir por desamor es el delito/vivir dándolo todo, será la coartada».

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Nunca es suficiente para mí (2015)- Natalia Lafourcade

A veces no es necesario haber abandonado una relación para sufrir. Las relaciones suelen ser complejas, porque no siempre compartimos el mismo nivel de implicación. La cantante y compositora mexicana habla de cómo en ocasiones lo damos todo sin recibir ese mismo amor incondicional por parte de la persona a la que dedicamos nuestro tiempo y cariño: «Y tú te vas, jugando a enamorar/Te enredas por las noches entre historias que nunca tienen final/Te perderás, dentro de mis recuerdos por haberme hecho llorar».

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I Want to Break Free (1984)- Queen

Cuando el rock se pone romántico, es imparable. La banda encabezada por Freddie Mercury incide en la necesidad de dejar marchar amores que, por mucho que nos hagan vibrar, son tóxicos: «I want to break free from your lies / You’re so self satisfied I don’t need you / I’ve got to break free / God knows, God knows I want to break free.» (Quiero liberarme de tus mentiras / Estás tan satisfecho de ti mismo, no te necesito / Tengo que liberarme / Dios sabe, Dios sabe que necesito liberarme de ti.) Para añadirle dramatismo, imprescindible escuchar este temazo mientras imitamos el baile del videoclip en el que Freddie se viste de ama de casa y se marca una coreografía de ballet junto con el  Royal Ballet de Londres.

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Un año de amor (1991) – Luz Casal

Nos despedimos con esta canción que nos gusta porque es muy emancipadora. En vez de lamentarse y ahogarse en su despecho, Luz Casal aprovecha para advertirle al amante que si finalmente decide marchar, se va a arrepentir porque es difícil que le amen como ella lo ha hecho: «Y de noche, y de noche / por no sentirte solo… / Recordarás nuestros días felices /recordarás, el sabor de mis besos. /Y entenderás, en un solo momento / que significa un año de amor». Almodóvar escogió esta canción como uno de los temas que interpreta el personaje de Miguel Bosé, un policía travesti, en Tacones lejanos (1991). Recomendamos escucharla mientras repasamos la mítica escena de la película.

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Blanca Ballester

Llevo lentillas, o gafas, dependiendo del día. Gracias a ellas puedo ver el mundo de forma nítida, la cultura actúa de la misma manera. Crecí en un pueblo de mar valenciano, uno de los que pintara Sorolla. Más tarde estudié en la ciudad de Gaudí y en el Londres por el que discurren las historias de Sherlock Holmes. Ahora trato de abrirme paso como periodista cultural en el Madrid que tanto ha cantado Sabina. Quiero que tú también te pongas mis gafas y te invito a viajar conmigo a través de la cultura.

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