La odisea de la estrella catalana del dancehall llegó al festival In-Edit de Barcelona el pasado miércoles con el estreno de un documental que recibe el mismo nombre que su último álbum y que revela los desafíos y obstáculos que enfrenta la artista. Dos años de angustia, expectativas truncadas y momentos de desesperación, pero también de brillo, risas y pequeñas victorias.
“Soy cantante de mentira, soy cantante de caja de cigarrillos Camel”, bromea Alba Farelo en el estudio de grabación tras soltar las barras inconfundibles de Sin carné (parte de su álbum La Joia) “Los que no me quisieron, a toditos los callé. Porque yo solo sé hacerlo, yo no sé intentarlo”.
Así arranca el documental La joia, que se estrenó el miércoles 23 de octubre en los cines MOOBY Aribau de Barcelona, dónde asistieron cientos de fans de todas las edades, impactando notablemente a los presentadores del evento, que, sorprendidos, comentaban al comienzo de la presentación: “Hemos observado una disminución en la edad promedio y un incremento en la diversidad y de la presencia Queer”, reflejando la influencia de Bad Gyal como cantante dancehall, icono de una generación joven, diversa y defensora del colectivo LGBTIQ+, al fin y al cabo, sus fans se refieren a ella con humor como «la reina de España».
El pasado miércoles 24 de octubre se pusieron a la venta las entradas para ver el documental en todos los cines de España, teniendo un precio estándar sin ningún tipo de descuento juvenil o por el día del espectador, todas a 9 euros (dependiendo de la sala este precio podría incrementar), y sólo estará disponible en cartelera, por el momento, hasta el 7 de noviembre. Pero si ya te has quedado sin entradas en tu ciudad, no te preocupes porque, a finales de 2024 La Joia se estrenará en la plataforma de streaming Prime Video, y podrás disfrutar del documental desde el sofá de tu casa.
Una Bad Gyal sin filtros, Alba Farelo
El metraje teletransporta a la audiencia a ciudades como Miami, Santo Domingo, Las Vegas, Milán y París, por las que Bad Gyal ha transitado mientras su álbum permanecía en standby, detenido por las trabas de la industria musical, atrapada entre las presiones de la industria musical y el fervor de sus fans. Tras la promesa en 2023 de lanzar el álbum, Bad Gyal se convirtió en el blanco de críticas y memes en redes, donde mensajes duros y virales como «¡El álbum, hija de puta! Trabaja, perra» reflejaban la frustración de sus seguidores.
A través de esta película, lanzada diez meses después del anuncio oficial del álbum, se captura su lado más humano y cercano, especialmente su vínculo con Alba Blasi, su mánager y confidente, con quien comparte su cansancio en una escena memorable durante la Fashion Week de París, admitiendo desde el asiento trasero de un coche que preferiría estar en el monte «con un camping gas, comiendo una patata cocida y fumándose un porro”.
Naturalidad ante la propia Casa Real
La cantante, a pesar de estar en una posición de gran influencia con dos millones y medio de seguidores en Instagram y sus más de once millones de oyentes mensuales en Spotify, no quiere ocultar su personalidad, y le gusta hablar sin tabús, viviendo lo mejor de los dos mundos, como si fuese Hannah Montana, dos personalidades fusionadas por su honestidad, humor y encanto.
Es tan así, que en el documental habla de su encuentro con los reyes de España, sin ningún tipo de censura, destacando detalles del insólito protocolo que se saltó, al saludar a la reina Letizia antes que al rey Felipe VI, y darles la mano en lugar de dos besos. Bad Gyal También compartió la graciosa conversación que tuvo con Letizia, quien, intrigada por su vestido de transparencias de Paco Rabanne, le preguntó qué llevaba debajo, a lo que Bad Gyal respondió: «Un sujetador y un tanga color carne».
El camarógrafo David Camarero, quien comenzó a documentar la vida de Bad Gyal en 2019, destaca cómo este proyecto se transformó en una historia de resiliencia y humanidad. En La Joia, Camarero busca reflejar el “viaje del héroe” de Bad Gyal, similar a la figura de Ulises en la Odisea, quien, a pesar de sus triunfos, enfrenta dificultades y cambia a lo largo del camino. No hay dragones ni espadas, pero los obstáculos son reales y emocionales, sobre todo el agotador proceso de sacar adelante su álbum. Cada escena sumerge a los espectadores en un mundo de glamour, estrés y mucha intensidad, en el que, en medio de alfombras rojas y escenarios internacionales, Alba sigue siendo la chica de Vilassar de Mar que llama a su madre antes de comprarse un reloj de lujo, de la marca Cartier.
La Joia también cuenta con testimonios de grandes figuras de la música urbana, como Karol G, Myke Towers, Anitta, Nicki Nicole, Young Miko y Tokischa, quienes respaldan y admiran la trayectoria de la cantante. A lo largo de los 92 minutos, se muestra el sacrificio y la dedicación que conlleva alcanzar el estrellato, pero también explora la dualidad entre Alba Farelo, la chica sencilla y natural, y Bad Gyal, la estrella exigente y audaz.
El documental ofrece al espectador una visión íntima y, a veces, incómoda de la vida en la industria musical, tratando temas como el perfeccionismo, la ansiedad y las drogas. Con este proyecto, Bad Gyal se revela como una artista que sigue luchando para mantener su esencia en un mundo que la empuja constantemente al límite.