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Caníbales vegetarianos, la historia que esconde ‘Hasta los huesos’

Timothée Chalamet y Taylor Russell sentados en el capó de un coche amarillo en un clip de 'Hasta los huesos'

La película protagonizada por Timothée Chalamet y Taylor Russell se inspira en una novela de Camille DeAngelis

Tras el tirón de la película, es probable que Penguin Random House se diera cuenta de que el libro de Bones and All (cuyo título la editorial ha mantenido en inglés) fuera el must-have en las cartas de Reyes de los fanes del nuevo rompecorazones de Hollywood. Por ello, la editorial (a través de Plaza & Janes Editores) no ha tardado en traducir al español la novela que inspiró a Luca Guadagnino para dirigir esta sangrienta historia de amor.

Llegados a este punto, con la cinta a punto de salir de la cartelera de los cines de España, este artículo estará lleno de varios spoilers que no solo destripan la película más que los protagonistas del film a sus víctimas, sino que establece una comparación de lo que el director de Call Me By Your Name ha desechado o cambiado con respecto a la historia original.

Sin ninguna relación con los escándalos de fantasías caníbales atribuidos a Armie Hammer (quien previamente trabajó con Guadagnino y Chalamet), el director afirmó a la revista Variety que su protagonista masculino (también productor del largometraje) fue la razón por la que el proyecto salió adelante. De hecho, DeAngelis se ha mostrado muy favorable a la adaptación que Dave Kajganich (Suspiria, 2018) ha hecho de su novela ya que esta «ni siquiera es una de sus favoritas» y ella «hubiera novelizado el guion de la película sin dudarlo».

Taylor Russell (izquierda.) y Timothée Chalamet (derecha), de espaldas el uno al otro en un prado verde. Fotograma escogido para la portada de la novela original.
Taylor Russell (izda.) y Timothée Chalamet (dcha.), en el idílico fotograma que hace de nueva portada de la novela. Vía Warner Bros. Pictures

Curiosamente, el mayor cambio que hay entre libro y film se encuentra en el canibalismo. En el libro solo hay referencias al acto de ingerir la carne humana y sin embargo, Hasta los huesos se convierte en una película vore y gore por todas esas sangrientas escenas (que podrían ser peores, pese a ser ya gráficas de por sí) que se añaden sobre los asesinatos que comenten Maren y Lee para satisfacer sus ansias. Esto le da pie a DeAngelis a hacer casi un ensayo sobre la moralidad del acto de comer carne, el remordimiento y el odio propio creciente que le surge a la protagonista tras alimentarse de humanos. Maren, al contrario que en la película, sabe perfectamente que es caníbal y busca activamente pruebas de la existencia de más como ella, para no sentirse sola en el mundo.

En la pantalla, sin embargo, brilla por su ausencia todo ese diálogo interno de Maren. Existe una escena, que parece añadida más por compromiso que por otra cosa, en la que los protagonistas se preguntan con curiosidad cómo sería para las vacas ver transformador a sus «familiares» en hamburguesas. Porque sí, la novela de Bones and All es una oda al veganismo y una fuerte crítica a una sociedad que consume productos cárnicos para sobrevivir.

Chalamet y Russell, en un clip de 'Hasta los huesos', discutiendo en un establo sobre la ética del consumo de la carne animal.
Chalamet y Russell discuten en un establo sobre la ética del consumo de la carne, en un clip de la cinta. Vía Warner Bros. Pictures

El amor adolescente y los daddy issues

Otro punto a comentar es el tema de la edad de los personajes y las relaciones entre sí. En el libro, Lee y Maren se llevan tres años, siendo ella menor de edad, y nunca son pareja. Sin embargo, Guadagnino decidió añadir el elemento romántico entre sus protagonistas y sabiamente esquivó alegaciones de pederastia aumentando la edad de los personajes en la trama. Por otro lado, la novela especifica que es su madre la que la abandona (no su padre) y se descubre que Sully, el primer caníbal con el que tiene contacto e interpretado por un sublime Mark Rylance, es el abuelo de Maren.

Para la autora, es inmensamente importante reflejar que las relaciones interpersonales de su protagonista son una motivación importante a la hora de satisfacer el ansia de devorar humanos. Maren tan solo va detrás de aquellas personas que muestran cierto interés en ella. Desea ser amada y admirada pero carece de la capacidad de gestionar sus relaciones de forma sana, tras el abandono de su madre y el odio interno hacia su persona por «hacer lo malo» o lo contrario a lo que dicta la sociedad. Lee nunca fue una víctima del abuso de su padre y se lo comió por venganza, sino que acababa con las vidas de los maltratadores de su madre hasta que su novia lo pilló en el acto, haciendo que ésta ingrese en una institución mental debido al shock.

Lectores y espectadores han comparado Hasta los huesos con Crepúsculo (2008) por el elemento fantástico que reviste al canibalismo, como si de vampiros se trataran: se huelen a sí mismos y a la sangre a kilómetros de distancia, se llaman «devoradores» con orgullo y se ignora completamente lo que a un cuerpo humano le haría tal cantidad de ingesta de piel, vísceras y huesos. En cierto momento de la novela (dentro de la categoría de «literatura de fantasía«), DeAngelis afirma que Lee es capaz de comerse un cadáver en siete minutos, tarea imposible.

Por cierto, ¿el título de la película? Comerse alguien hasta los huesos lo hacen todos desde el principio y no es una revelación de dos rednecks de la América rural profunda. Pero Luca decició cambiarlo para hacer un final más impactante. Por mucho intento que haya habido, tanto en libro como en la película, de recrear la experiencia caníbal, esta no deja de ser una versión romantizada y poco creíble. Incluso Hannibal Lecter, de la serie Hannibal, cocinaba a sus víctimas.

El simbolismo de Guadagnino eleva la historia

La cinta contiene un claro subtono homoerótico y este intento de inclusión LGTBIQ ha sido criticado duramente por muchos en redes. Es Guadagnino quien introduce este elemento y no la autora. El libro no trata nunca la identidad sexual ni de género de sus protagonistas como parte de esta historia coming of age. Se centra más (aunque tampoco es su intención) en la perspectiva feminista y de género de la joven Maren en el EE.UU. de los ochenta. Es por ello, que el intento de integrar una narrativa de descubrimiento de una identidad distinta de la heteronormatividad ochentera, a base de utilizar el canibalismo (un problema real en un contexto real) como metáfora de la homosexualidad no gusta demasiado.

Como periodista de viajes, Camille DeAngelis retrató en su escritura lo que el director después ha sabido traducir en una road trip movie. Algo que Guadagnino ha mejorado con respecto al libro ha sido la inclusión de la cinta de cassetet del padre de Maren, como elemento que lleva al espectador de una ciudad a otra. También hay que señalar que esas grabaciones se terminan antes de que se alcance la hora de metraje y se echa en falta más protagonismo del padre, pero la idea de que fueran ese hilo conductor durante la película funciona.

El final del libro sorprenderá a muchos, ya que la autora no fue ni por asomo tan «benevolente» como el director. Aquí se recuerda que no hay ni historia de amor, ni moraleja, ni aprendizaje por parte de la protagonista. La narración y los detalles son confusos Se asume que Maren simplemente se come a Lee «hasta los huesos» porque él la deja. Siempre ha sabido que ella acabaría con su vida y lo acepta. Al fin y al cabo, es otra persona que desarrolló una relación personal con Maren y ese es el detonante de su canibalismo. En la pelicula se puede interpretar que la muerte de Lee simboliza ese amor que lo consume todo, así como el deseo de retener una parte de alguien dentro de sí mismo para siempre. Y, por supuesto, la banda sonora de Trent Reznor y Atticus Ross (Nine Inch Nails) es la responsable de convertir el triste momento en romántico, pese a las circunstancias.

Hubiera sido un detalle bonito e interesante ver que, al igual que en el mundo animal, existen distintos tipos de caníbales. En el libro, una de las víctimas de Maren hace este comentario y la protagonista encaja perfectamente en esa comparación con la mantis religiosa. Pero no, al final la historia nos deja una moraleja con mal sabor de boca sobre adolescentes incomprendidos que aspiran a ser caníbales (pero veganos) con superpoderes y todo muy cogido con pinzas.

Paloma Escudero

Periodista y aprendiz de técnico audiovisual. Seguidora de la literatura de fantasía, aventuras, los TTRPGs y la música clásica. A ratos, escribo mi opinión.

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