3 razones para ver ‘Como si pasara un tren’

Fotografía de Teresa Arilla
Fotografía de Teresa Arilla

La comedia dramática Como si pasara un tren, escrita por Lorena Romanín y dirigida por Adriana Roffi, se cuela de nuevo en la cartelera teatral madrileña. Esta vez, la Sala Pequeña del Teatro Español será la encargada de acoger este interesante montaje protagonizado por personajes repletos de humanidad y ternura que ya nos cautivaron cuando los vimos el pasado mes de noviembre en el Teatro Lara.

Susana (María Morales) y su hijo Juan Ignacio (Carlos Guerrero), que sufre un retraso madurativo importante, viven solos y tranquilos en una pequeña cuidad de provincia. Las cosas van a cambiar tras la llegada de Valeria (Marina Salas), una adolescente, sobrina de Susana, a la que su madre manda “al campo” tras encontrarle un cigarro de marihuana y considerarla drogadicta. Su llegada, ruidosa y veloz como una locomotora, desestabilizará los cimientos de este hogar.

Esta atractiva sinopsis podría ser ya motivo suficiente para acudir al teatro, pero si aún no te has decidido, te ofrecemos otras tres contundentes razones:

1. Apoyo al teatro alternativo

Después de su estreno en el pequeño espacio cultural La Trastienda, en pleno barrio de La Latina, Como si pasara un tren dio el salto al circuito comercial. El Teatro Lara se convirtió por unos meses en el salón de Susana y su hijo, quienes cautivaron al público y la crítica de manera unánime. Acudir al Teatro Español a disfrutar de este montaje supone contribuir a la supervivencia del teatro alternativo, amenazado por los pocos medios económicos con los que cuentan las pequeñas compañías. Como si pasara un tren ejemplifica la calidad y originalidad de los montajes programados en las salas del circuito Off de Madrid, propuestas interesantes que no tienen por qué estar reservadas exclusivamente al público minoritario que frecuenta estos espacios.

2. Los actores:

La actriz cordobesa María Morales, nominada a la mejor Actriz de Reparto en los Premios Goya 2104 por su papel en Todas las mujeres (Mariano Barroso), interpreta de forma soberbia a Susana, madre sobreprotectora  y dictatorial repleta de matices. A medida que avanza la obra, nos descubre su miedo a la soledad y el trauma por el abandono de su marido. Una madre que termina por definirse como una mujer entregada, carcomida por la culpa y capaz de todo por evitar el sufrimiento de su hijo. Una interpretación veraz que equilibra comicidad y emocionalidad.

Carlos Guerrero, a pesar de su juventud, compone de forma precisa un personaje complejo. Sorprende por su composición física y estremece cuando nos muestra de forma descarnada los conflictos que perturban al personaje. Además, la complicidad que demuestran tener él y su compañera de reparto, Marina Salas (reconocible para el gran público por sus papeles en series de televisión como El Barco y Ángel o Demonio), nos regala algunos de los momentos más dulces de la obra.

3. Sonrisas y lágrimas:

La escritora Lorena Romanín, natural de Buenos Aires, mezcla en Como si pasara un tren la teatralidad con la verosimilitud, la cotidianidad y la crudeza de la realidad con lo poético. El público entregado se ríe y se conmueve, compone una orquesta de carcajadas estridentes que conviven con silencios sepulcrales y con sonidos que delatan el acecho de la lágrima.

cartelCOMO SI PASARA UN TREN

Del 25 de febrero al 22 de marzo de 2015
De martes a sábado a las 20.30 horas. Domingos a las 19.30 horas.
Sala Teatro Español – Sala Pequeña (C/ Príncipe 25, Madrid)

 

 

 

Víctor Barahona

Diplomado en arte dramático, licenciado en comunicación audiovisual, máster en periodismo cultural... o un loco soñador.

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