Próxima estación, Teatro Lara. ‘Como si pasara un tren’

Como si pasara un tren en el Teatro Lara

Como si pasara un tren en el Teatro Lara

Como si pasara un tren es un ejemplo de que para sostener una obra de teatro sobran los artificios y bastan un texto interesante y un reparto de buenos actores. La sencillez por la que ha optado la directora Adriana Roffi en este montaje, reestrenado en la remodelada sala Off del Teatro Lara el pasado 9 de noviembre, es quizás una de sus mejores bazas.

Un sofá, una mesa, una pequeña alfombra y algunos juguetes sirven para recrear el salón de la casa de Susana (María Morales). Este ambiente se completa con la iluminación de espacios adyacentes, y no visibles en su totalidad para el público, que simulan otras estancias de su hogar. Cualquier rincón de la sala Off es susceptible de ser utilizada y, con gran eficacia, el almacén técnico del teatro, del que asoman focos y otros utensilios, se convierte en la cocina de la vivienda.

Susana y su hijo Juan Ignacio (Carlos Guerrero), que sufre un retraso madurativo importante, viven solos y tranquilos en una pequeña cuidad de la provincia. Las cosas van a cambiar tras la llegada de Valeria (Marina Salas), una adolescente, sobrina de Susana, a la que la madre manda “al campo” tras encontrarle un cigarro de marihuana y considerarla drogadicta.

La llegada de Valeria, ruidosa y veloz como una locomotora, desestabilizará los cimientos de este hogar. La joven cuestionará los métodos educativos de su tía y ampliará los horizontes de su primo, incitándole a perseguir sus deseos y enfrentarse a la vida con valentía.

Además del inteligente texto, lo más destacable de Como si pasara un tren es la soberbia actuación de María Morales, quien presenta una  madre sobreprotectora  y dictatorial repleta de matices. A medida que avanza la obra, nos descubre su miedo a la soledad y el trauma por el abandono del marido. Una madre que termina por definirse como una mujer entregada, carcomida por la culpa y capaz de todo por evitar el sufrimiento de su hijo. Una interpretación veraz que equilibra comicidad y emocionalidad.

Esta combinación será una constante en esta obra escrita por Lorena Romanín. La autora, natural de Buenos Aires, mezcla la teatralidad con la verosimilitud, la cotidianidad y la crudeza de la realidad con lo poético. Como solo los dramaturgos argentinos saben hacer…

El público entregado se ríe y se conmueve, compone una orquesta de carcajadas estridentes que conviven con silencios sepulcrales y con sonidos que delatan el acecho de la lágrima.

Carlos Guerrero, a pesar de su juventud, compone de forma precisa un personaje complejo. Sorprende por su composición física y estremece cuando nos muestra de forma descarnada los conflictos que perturban al personaje. Además, la complicidad que demuestran tener él y su compañera de reparto, Marina Salas, nos regala algunos de los momentos más dulces de la obra.

Como si pasara un tren es un ejercicio modesto, artesanal, en el que todas las piezas encajan. Un montaje que regala personajes repletos de humanidad y ternura de los que, inevitablemente, te vas a enamorar.

cartel

Nuevo horario en la Sala Off del Teatro Lara

Con el reestreno de Como si pasara un tren, el Teatro Lara (C/Corredera Baja de San Pablo, 15) inaugura un nuevo horario para la sala Off, abierta al público el pasado mes de septiembre. Desde el pasado domingo 9 de noviembre, los espectadores pueden acudir al teatro a las 13:00 horas y disfrutar de una caña de cerveza, cortesía del teatro, después de la función. Según los responsables del Lara, la incorporación de este nuevo horario responde a una demanda por parte del público joven y adulto de una oferta de ocio para las mañanas del domingo.

Las entradas se pueden adquirir en Ticketea a precio reducido.

 

 

 

Víctor Barahona

Diplomado en arte dramático, licenciado en comunicación audiovisual, máster en periodismo cultural... o un loco soñador.

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