Un viaje hacia las entrañas, los recuerdos y la nostalgia

Teoría de la gravedad, Leila Guerriero
Cubierta de Teoría de la gravedad, Leila Guerriero.

Leila Guerriero es una periodista y escritora argentina, nacida en Junín (Buenos Aires) en 1967. Ha trabajado en múltiples medios como La Nación y Rolling Stone en Argentina, El País en España, Gatopardo en México –donde es editora para América Latina– y El Mercurio de Chile, entre otros. Además, en 2010 recibió el premio de la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano en la categoría de texto, por su crónica “El rastro de los huesos”. En él relata el trabajo que realizó el Equipo Argentino de Antropología Forense dedicado a identificar los restos desaparecidos en la dictadura militar. Entre sus obras destacan Los suicidas del fin del mundo. Crónica de un pueblo patagónico (2005), Una historia sencilla (2013), Opus Gelber. Retrato de un pianista (2019), Frutos extraños (2020) y Teoría de la gravedad (2019), una recopilación y selección de sus columnas publicadas en El País desde el año 2014.

Teoría de la gravedad pertenece a una primera edición publicada en la editorial Libros del Asteroide en 2019. En su cubierta, llama la atención una sencilla ilustración –suele haber una fotografía– en la que se puede ver a una chica joven caminar sobre una fina línea dibujada por un lápiz, manteniendo el equilibrio, creada por Antonio Terlizzi. El prólogo de este libro lo firma el escritor y músico argentino Pedro Mairal. En él, el autor sostiene que no se puede diferenciar si lo que las páginas contienen es periodismo o literatura, que «en el caso de Leila es muy difícil diferenciar estas dos profesiones». Además, afirma que «estas columnas son estructuras verbales, dispositivos de prosa afilada, que tienen algo de poema. Es decir, se refieren a algo, pero a la vez son en sí mismas algo».

A lo largo de esta antología de columnas personales y literarias publicadas en El País desde el 2014 y durante más de cinco años, Guerriero coge al lector de la mano y lo lleva hacia sus entrañas a través de un sendero de recuerdos, anhelos, historias de amor y desamor, pérdidas, muerte, historias dignas de olvidar y otras que no lo son, pero que han sido olvidadas, recuerdos de la niñez, de sus abuelos, su madre, su padre, etapas de su vida, ciudades y un largo etcétera.

A través de estos textos, relatos y reflexiones narradas en primera persona, la autora es capaz de hacer sentir al lector sus experiencias como propias, e incluso lo traslada a diferentes momentos de su vida, como si de uno de esos típicos viajes en tren se tratase, en los que te quedas ensimismado en tus pensamientos mirando por la ventanilla, recordando una vida ya vivida. Guerriero, una de las grandes firmas del periodismo narrativo latinoamericano es capaz de mostrar a través de estas columnas su yo más íntimo y personal y mostrarnos sus momentos más oscuros desde un lugar que alberga una luz cegadora.

Estas historias narran momentos cotidianos de la vida desde el recuerdo generado a través de olores, canciones o incluso objetos o plantas, llevándonos a múltiples lugares a través de analepsis recurrentes que aúnan dolor y esperanza. Los protagonistas de estas reflexiones suelen ser su madre, su padre, sus hermanos y su abuela, así como diferentes individuos que se va encontrando por la calle y le hacen trasladarse a lugares muy concretos. En cuanto a los espacios, son recurrentes su casa, su pueblo, ciudades en las que ha vivido, la calle, su habitación, trenes o coches. En relación con el tiempo, Guerriero suele intercalar presente y pasado, al que acude a través de continuas analepsis a lo largo de sus textos. Se puede apreciar un estilo marcado de la autora, quien elige las palabras adecuadas en todo momento, dibujando impecables descripciones tanto de lugares como de sentimientos o incluso sensaciones, utilizando adjetivos precisos, duros, fuertes, sutiles, suaves, pero, sobre todo, reales. Su estilo también se caracteriza por la repetición de palabras y estructuras, la presencia de frases cortas, incluso de una palabra, dotando de un ritmo concreto cada relato, generando una sensación de velocidad y desasosiego en la lectura.

A través de esta constelación de escritos y reflexiones, Guerriero coge al lector y lo arrastra exactamente por donde ella quiere, levantándole, haciéndole caer, recordar, llorar, superar e incluso lo traslada a vivencias propias pasadas, haciendo que se sienta reflejado en muchas de sus páginas. Y sus palabras. Es capaz de plasmar en cada letra la fuerza de sus pensamientos y su peso. Quizá la portada no sea más que una metáfora de lo que la autora consigue con el lector, llevarle a través de sus trazos a un lugar concreto que va dibujando con sus palabras.

Leila Guerriero. Fotografía de Carlos Pina.

Leila Guerriero: Teoría de la gravedad.
Barcelona, 2019. Primera edición Libros del Asteroide. 196 páginas. 17,95€.

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