Los seres humanos nos moldeamos a partir de nuestra toma de decisiones, de las acciones que decidimos emprender y de las que no, de las palabras que decimos en un segundo de ira y que no deberíamos haber dicho nunca. Palabras que cambian en un instante la vida de una persona. «Mylo tenía razón, das mala suerte». De discursos pronunciados y oyentes dispuestos a creer aun cuando la voz de la sabiduría augura la destrucción. De preguntas que cambian el curso de los acontecimientos. «¿Por qué temer a la magia? Podemos dominarla». Bienvenidos al mundo de Arcane.
Basada en los campeones del juego de ordenador League of Legends (Lol), la serie de animación de la desarrolladora de videojuegos Riot Games presenta la historia de Vi y Jinx, dos hermanas enfrentadas en un mundo dividido entre la capital del Progreso de Piltover y la ciudad subterránea de Zaun. En la superficie, políticos y científicos debaten la gloria o aniquilación que podría suponer la utilización de la tecnología hextech, mientras que en los suburbios los ciudadanos luchan por sobrevivir entre el espeso aire y el humo de los callejones. Las decisiones políticas y el avance científico marcan el rumbo de un mundo peligrosamente mágico donde la asfixia social está lejos de ser causada por la tóxica atmósfera de Zaun.
El #ForticheTouch
«Si las ideas peligrosas no estimularan la imaginación nunca saldríamos del camino», le confiesa un prudente Heimerdinger al joven científico Viktor. Un desvío que tomaron hace 12 años Jérôme Combe, Pascal Charrue y Arnaud Delord con la creación de Fortiche, la productora parisina que ha dado vida al universo de Arcane. Su ambición por convertirse en un referente del mundo de la animación se ha hecho realidad gracias a su característico estilo gráfico, resultado de mezclar 2D y 3D con una dirección «inteligente y elegante», algo a lo que ellos mismos llaman el #ForticheTouch.
Con los diseños ya existentes de personajes y mapas del Lol como base, cada detalle y técnica gráfica se pone al servicio de la historia para crear un mundo de contrastes visuales y técnicos que dotan a la serie de una marcada y colorida personalidad propia. A lo largo de sus nueve capítulos, el espectador viaja desde la amplia y brillante ciudad de Piltover al oscuro y sucio ambiente de Zaun, y de los suaves paisajes e interiores a la dureza visual de la alterada mente de Jinx; una contraposición que es posible gracias a la creación a mano de los entornos y la utilización del neón y el 2D para los efectos especiales.
Se trata de un toque único en el que Riot Games lleva confiando desde 2013, año en que se presentó a Jinx —la entonces nueva campeona del Lol— a través del videoclip Get Jinxed de Djerv. Desde ese momento, y mediante otros trabajos como Ekko:Seconds (2015), Rise (2018) o KD/A-POP/STARS (2018) —todos ellos videos musicales relacionados con el universo del videojuego—, Fortiche ha ido introduciendo los diferentes estilos gráficos que han acabado por conformar el complejo mundo de Arcane y que le han valido nueve nominaciones a los premios Annie de animación.
Mediante imágenes de ensueño y penumbra, la serie de Riot Games presenta la historia de dos ciudades opuestas, pero entrelazadas, contada a través de ilustraciones vivas y paisajes que hablan por sí solos. Cada panorama de la ficción es una pequeña obra de arte en la que los personajes se pasean dotando de movimiento a un detallado escenario lleno de vida. Arcane es un deleite visual que, junto a su oscura trama, puede jactarse de haber revolucionado el mundo de la animación, pues nunca antes estar maldito había sido tan atractivo.