Toulouse y la inagotable contribución de Granada al ‘indie’

Toulouse

Pocas ciudades como Granada han contribuido al esplendor musical independiente que vive en estos momentos el panorama nacional. Grupos como Los Planetas, Lori Meyers o Niños Mutantes son prueba de ello. Toulouse, el último ejemplo del talento que esconde la ciudad andaluza, presentó su segundo LP, Realidad & Metáfora (2015) el pasado sábado 9 de abril en la madrileña sala Costello.

Turistas
El grupo madrileño Turistas sobre el escenario

Turistas, fue el encargado de abrir la noche. Con un sonido que evoca al de grupos como Two Door Cinema Club, Maga o Supersubmarina, el cuarteto logró mover y llamar la atención del poco público presente en estos primeros compases de la noche. Canciones como La lista de los elegidos, Pacífico, con una base instrumental que recordaba a las de Pink Floyd, o Flora y fauna consiguieron hacer frente a la difícil tarea de todo telonero en salas pequeñas y lograron su objetivo de dejar su sonido en la mente de los presentes.

Con la salida de Turistas del escenario, comenzaba la cuenta atrás para la llegada de Toulouse. Mientras, la mítica sala, testigo de numerosos primeros conciertos de bandas hoy referentes, se iba llenando poco a poco, creando una atmósfera que recordaba el interior del famoso club The Cavern de Liverpool.

Con el encanto de las salas pequeñas y las expectativas que generan los grupos que prácticamente están arrancando en el panorama musical, salió Toulouse al escenario. El príncipe y la corista fue la canción elegida para abrir el concierto. Al contrario que la versión de carácter contenido que encontramos en el álbum, la canción se presentó potente y con garra, dejando claras las intenciones de la banda desde el principio. Sin pausa y formando un medley con el objetivo de mantener la potencia inicial, sonó Hasta que el mundo deje de girar. Pero la potencia y garra no pasaba del escenario, el público aún se mantenía frío y expectante. Con esta tímida atmósfera de concierto comenzó a sonar La llave para pausar la energía del comienzo y meter cierta emoción y tranquilidad.

Toulouse
Toulouse en plena acción

Serendipia (2012), el primer LP de la banda, apareció en escena a través de canciones como Golpe en la mesa, La isla, A oscuras o Todo Cambia. Dicho álbum fue el primer contacto con el grupo de muchos de los presentes entre el público y se notó, pues estos temas consiguieron animar y levantar las voces de un público que poco a poco se iba soltando, dejándose llevar por lo que estaba ocurriendo.

Tras Manifiesto 30, la canción Ceniza culminó el despertar del concierto. Las voces del respetable iban al unísonoToulouse con las del cantante, los brazos estaban en alto y los pies en movimiento. La frialdad del público y la posible timidez de la banda en un principio habían desaparecido por completo. Por desgracia, el breve descanso que da paso a los bis vino a continuación, en el peor momento posible, y desinfló la euforia conseguida en aquel instante.

A su vuelta al escenario, entre gritos de “¡Otra! ¡Otra!”, la formación granadina tiró de sus orígenes con la interpretación de La máquina de helados, ejemplo del sonido predecesor de las melodías que han ido afinando la banda a lo largo de los años, hasta lograr el sonido limpio y personal que encontramos en su reciente último álbum. Como si de una muestra de esta evolución se tratase, Toulouse interpretó a continuación Sir Isaac Newton y La Playa, poniendo así fin a un concierto en el que el público fue testigo de uno de esos comienzos difíciles por los que toda banda pasa al principio y del que, como buen grupo, Toulouse salió airoso a través de su música.

Guillermo Chaparro Terleira

"No es trabajo del artista darle al público lo que quiere. Si el público supiese lo que necesita, no serían público, serían artistas. Es trabajo del artista darle a su público lo que necesita: darle verdad."
Alan Moore

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