/

Sebastián Zuleta: música, pasión y disciplina al servicio del cine

Sebastián Z.

Hablamos con el editor musical y compositor colombiano sobre el proceso de creación de una banda sonora, su trayectoria y sus nuevos proyectos

Sebastián Zuleta es compositor y editor musical. Nació y creció en Medellín, la ciudad de la eterna primavera. Inició sus estudios a los 12 años en El Colegio de Música de su ciudad. Tras graduarse, estudió en la Universidad de los Andes de Bogotá y luego se trasladó a Florida donde su pasión se encaminó hacia la producción musical, estudios que formalizó en la Full Sail University, obteniendo certificación como Operador de Pro Tools.

Los estudios formales de música le han permitido ser el compositor de diversos proyectos cinematográficos y, sus conocimientos en producción musical le han llevado a participar de otros tantos como editor musical, lo que confirma sus capacidades para abordar la creación de bandas sonoras desde diferentes perspectivas: la del compositor y la del editor musical.

Entre sus proyectos más conocidos están: Unidentified Objects (Paramount+), Dreamsheep (mejor música, Festival Internacional de Cine Infantil de San Diego), Cora (nominado a mejor música en el Festival de Cine de Santa Mónica), Rodrigo Branquias y el musical teatral Con Ella Sí.

Recibió una nominación al Emmy por Cries from Syria y ha ganado dos premios MPSE Golden Reel por Next Gen (Robot 7723) y Wu-Tang: An American Saga. Sus créditos como editor musical y colaborador incluyen Encanto, Gru, mi villano favorito, Finch, El padre de la novia, Wifi Ralph y Moana 2. Ha trabajado junto a compositores como Hans Zimmer, Gustavo Santaolalla, Terence Blanchard y Germaine Franco.

Cultura Joven: Sebastián, ¿desde siempre tuvo claro que quería trabajar en la industria del cine?
Sebastián Zuleta: No. Antes de irme a estudiar a Estados Unidos yo tenía un sueño. Quería producir música y discos y me imaginaba abriendo un estudio para producir música y artistas. Tengo un amigo en Medellín que tiene un estudio y me inspiró mucho lo que él hacía, producía discos, sacaba canciones, incluso hacía cosas para radio y yo tenía en mente hacer algo así, pero nunca pensé que me iba a encaminar en hacer cine y televisión.

CJ.: ¿Cuándo ocurrió el click?
Sebastián Z.: Fue cuando estaba en la universidad que entendí que eso era una carrera, que se podía hacer y que se podría de hacer música para cine y televisión. Ahí fue cuando empecé activamente a buscarlo, especialmente unos meses antes de graduarme, con el departamento de desarrollo de carreras de la universidad ya les dije muy puntualmente: «Yo quiero hacer música para cine” y en ese momento estaba la opción en Orlando, pero Los Ángeles, digamos que es la Mecca de Hollywood y Nueva York también tiene una industria grande. Y está la parte de Miami que es donde está todo el mercado también latinoamericano.

CJ.: ¿Entonces se decidió por la ciudad de Orlando?
Sebastián Z.: Sí. Fui a la Full Sail University, en Orlando.

CJ.: Entiendo que el mundo de la música en el cine es bastante amplio, ¿podría decirme la diferencia que hay entre ser compositor o editor de bandas sonoras?
Sebastián Z.: Sí, yo creo que es importante distinguirlo y separarlo porque compartimos el espacio acústico y las frecuencias sonoras y todo eso. Está el departamento de sonido que son los que se encargan de hacer los sonidos de producción, como de abrir una puerta, pasa un carro, el motor se prende, una explosión, entre otros sonidos. Yo trabajo con el departamento de música que nos encargamos puntualmente de las notas musicales y de la parte emocional que se transmite a través de la música, puede ser a través de canciones o música instrumental.

Por otro lado, está el compositor, que es el líder y la cabeza de lo creativo, responsable del score, el soundtrack y se encarga de componer las melodías, tiene un equipo de varias personas, incluyendo el editor de música, orquestadores, ingenieros de grabación, músicos, muchas veces se tienen asistentes o incluso programadores para crear las maquetas, para orquestar de forma digital y presentarlas.

CJ.: Ha tenido la oportunidad de hacer trabajos de compositor y de editor, ¿cierto?
Sebastián Z.: Sí, cuando trabajo como compositor yo me invento las melodías, tengo la visión de lo que va a ser la música y la llevo a cabo y la produzco. Ya como editor de música, me gusta dividirlo en dos partes, una es antes de que se involucre el compositor y la otra, después de que se involucre el compositor.


Sebastián Zuleta junto a Earl Ghaffari, editor de música encargado de las canciones.
Earl Ghaffari, editor de música encargado de las canciones, y Sebastián Zuleta. Foto:Cortesía agencia stern

CJ.: ¿Puede explicar cómo sería ese proceso?
Sebastián Z: Un editor de música está trabajando desde mucho antes directamente con el director o directora y los editores de la película, los creativos, los productores y todo. Se crea una banda sonora temporal con música de otras películas, musicalizando escenas, cogiendo pedacitos de bandas sonoras de otras películas, para contar la historia y en verdad la misión de ahí es ayudar a los directores a aterrizar la idea y definir cuál es el lenguaje de esta película, cuál va a ser el tono emocional, en qué momento va a haber música, en qué momento no.
Desde allí se crea un mapa para que cuando se involucre el compositor haya una idea más concreta y los directores pueden decir cuál es la música de referencia que les gusta y por qué razones. Entonces ya se presta para abrir la conversación y agiliza todo el proceso un poco. No siempre hay tiempo para decir, “empecemos desde cero, vamos a empezar a ver a dónde nos lleva”, sino que ya por lo general cuando se involucra el compositor, se ha avanzado mucho. El corte de la película ya está, y hasta se han hecho screenings con públicos para revisar si se está entendiendo la idea, si hay preguntas, si hay cosas que se pueden mejorar.

CJ.: Como editor, ¿cuál ha sido su proyecto más desafiante?
Sebastián Z.: Yo creo que todos traen retos diferentes, pero hay uno en específico que creo que es de los más difíciles que he hecho. Se llama Cries from Syria, de HBO. Estuvimos nominados al Emmy con ese proyecto, pero tenía muchos retos. Tuvimos muy poco tiempo para hacer la banda sonora completa y eso nos permitió bastante libertad creativa, pero con un deadline muy cercano y la carga emocional que representaba el tema del documental fue muy pesada. Hacíamos break para sentarnos a llorar porque las imágenes eran desgarradoras y, además, era una situación que estaba ocurriendo en ese momento.

CJ.: ¿Cuáles son para ti las habilidades que debe tener una persona que quiera entrar al mundo de las bandas sonoras?
Sebastán Z.: Yo creo que desarrollar el oído y entrenarlo para poder escuchar más allá. La escucha activa, poder entrar dentro de la canción y desglosarla, decir, bueno, ¿qué está haciendo ese instrumento? ¿Cuál es la función de esto? Desarrollar esa parte y entender, seguir conociendo la música y la estructura, la instrumentación, la orquesta. También hay que estudiar y conocer muy bien el instrumento de composición. Y toda esa parte que puede ser como técnica. Y en cuanto a la parte de audio, creo que es importante poder escuchar algo en una composición de una banda sonora que me gusta y decir: “sé cómo hicieron ese sonido” y poder ejecutarlo y poder hacerlo, porque yo creo que una de las cosas más difíciles es tener una idea en la cabeza y poder ejecutarla lo suficientemente bien para honrar esa idea que uno tiene. Entonces, hay que seguir desarrollando esa habilidad de traducir las ideas y ejecutarlas para para poder reproducirlas.

Entre sus proyectos más recientes se encuentra Wish: El poder de los deseos (2023), de Walt Disney Animation Studios, donde ha trabajado como editor musical y encargado de la banda sonora junto al compositor Dave Metzger.

Recientemente, se hizo el lanzamiento de Gris, un corto estrenado en Los Ángeles Latino International Film Festival y, en un futuro próximo, Sebastián quiere continuar inmerso en el espacio sonoro cinematográfico que propicia el amplio desarrollo de su creatividad y habilidades técnicas. La huella que el colombiano deja a su paso, consiste en el complemento ideal que la música le aporta a una buena historia.

Deja una respuesta

Your email address will not be published.