La película de Yorgos Lanthimos cuenta con 11 nominaciones a los Premios Oscar
Al leer la sinopsis de Pobres criaturas, la nueva película del director griego Yorgos Lanthimos, bien se podría pensar que, en el título, el adjetivo “pobres” hace referencia a la pobre Bella Baxter, una joven “creada” por el científico Godwin Baxter mediante métodos “poco ortodoxos”. Pero, ¿quiénes son realmente las pobres criaturas? ¿Aquella hambrienta con ganas de descubrir un mundo desconocido que acaba conociéndose a sí misma, o los que la limitan y se resignan a aceptar las normas impuestas por la sociedad?
Lanthimos hace una provocadora mezcla y reinterpretación de los mitos de Frankenstein y Pigmalión en Pobres criaturas, una comedia satírica que está dando y aún dará mucho de qué hablar. Le ha quitado el puesto a Barbie, de Greta Gerwig, como rival más directo de Oppenheimer, de Christopher Nolan, pues, detrás de esta, es la película con más nominaciones en los Oscar, con un total de once, incluyendo mejor película y mejor dirección. Al final, comparte la misma premisa que Barbie, una muñeca que tiene que aprender cómo funciona la sociedad.
«Una mujer que traza su mundo hacia la libertad»
Bella Baxter ha vivido toda su vida encerrada y oculta. Emma Stone es la encargada de dar vida a este personaje que descubrirá sin inhibiciones, filtros, ni prejuicios el mundo a la vez que se conoce a sí misma. Y lo de “dar vida”, no es un decir, pues la actriz hace suya la película en una de sus mejores interpretaciones. No era fácil, pues su currículum incluye papeles memorables como los de La La Land, Criadas y señoras, Crazy, stupid, love, Birdman o Gwen Stacy en el Spider Man de Andrew Garfield. Stone, que ya había trabajado con Lanthimos en La favorita, vuelve a ser “la favorita” para llevarse la estatuilla este año a mejor actriz.
En el elenco, se encuentran además Willem Dafoe y Mark Ruffalo, este nominado a mejor actor de reparto. Destacan también las nominaciones en guion adaptado, montaje, banda sonora, producción, fotografía, maquillaje y vestuario. El guion, de Tony McNamara, que también trabajó en La favorita, está basado en la novela homónima de Alasdair Gray, publicada en 1992. Y siguiendo el ejemplo de La favorita otra vez, se reciclan algunos recursos cinematográficos como las lentes de ojo de pez y los ángulos retorcidos.
Resalta el juego de planos en blanco y negro y planos en color. El mundo de Bella Baxter era blanco y negro hasta que sale de la mansión del doctor Baxter y se abre el mundo, que toma color. La escenografía combina estilos gótico y barroco y conforma un mundo de fantasía surrealista, porque así es el mundo tal y como lo ve Bella. Va en consonancia su maquillaje y vestuario, de la diseñadora Holly Waddington, que incorpora una característica y exagerada manga gigot a la era victoriana. Todos estos elementos construyen un mundo según la perspectiva del personaje, es decir, un mundo para Bella.
Prostitución y sexo como elementos emancipadores
Esta fábula con diálogos inteligentes y esperpénticos confiere muchos géneros. Emma Stone habla de comedia romántica, pues la protagonista se enamora de la vida, pero también se podría considerar como road movie, ya que su heroína escapa de todo y de todos en un viaje lleno de aventuras. Pero si hay algo que ha abierto el debate y la polémica es cómo trata la prostitución como elección y emancipación, y sus explícitas escenas sexuales o, como diría Bella Baxter, “saltos violentos”.
Yorgos Lanthimos recalca que era “muy importante que el film no fuera púdico porque estaría traicionando totalmente al personaje”. Y como el personaje no siente ni vergüenza ni reparo alguno, era importante que Emma Stone tampoco lo sintiera, por eso, en el set de rodaje había un coordinador de intimidad. La actriz asumió estas escenas con total naturalidad como parte fundamental tanto de la historia como del propio personaje: “El sexo es un aspecto más de la exploración y el descubrimiento de Bella, junto con los viajes, la comida, la política, la filosofía o el baile, el sexo contribuye a ampliar su comprensión del ser humano. Sexo y poder van de la mano y ella va descubriendo por sí misma lo que eso significa y lo que le interesa”.
Bella Baxter es una criatura que reinterpreta y hace suyo el mito de Pigmalión: aprende por sí misma y se define como persona y como ella misma quiere ser; y el de Frankenstein: entiende el mundo según ella quiere. Por eso, respondiendo a la pregunta inicial, Bella Baxter y su mundo son de todo menos pobres y sí, de momento, Emma Stone lo hace todo bien y todo apunta a que se llevará su segunda estatuilla el próximo 10 de marzo en la 96ª edición de los Premios Oscar.
