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Mediterráneo, el socorrista que levó anclas contracorriente

Fotograma de la película Mediterráneo
Fuente: twitter

El drama que mejor funciona es el que está inspirado en la realidad. Marcel Barrena (100 metros, Cuatro estaciones) dibuja la historia que precedió al origen de Open Arms, una tragedia que copó todos los espacios de los medios de comunicación hasta que, como siempre ocurre, se deshumanizó para más tarde pasar al olvido. Precisamente, en la propia cinta se refleja la mezquindad del mundo en el que vivimos, mientras los turistas se hacen fotos en el Mediterráneo disfrutando de la música y la comida griega, llegan las lanchas repletas de refugiados a fastidiarles la instantánea.

Pese a que el cine social suele presentar cierta carga ideológica -en algunos casos justificada e inevitable-, aquí Barrena se distancia de cualquier posición e intenta construir la historia otorgando el protagonismo a las víctimas de aquella huida de Siria. En un momento cumbre de la película se intenta explicar la complejidad de esta crisis humanitaria a través de la fábula de los tres ciegos y el elefante y, justamente, esa es la perspectiva que toma el director, contar la historia desde todos los prismas y con todos sus desperfectos.

El detonante de Mediterráneo es la imagen de Aylan Kurdi, el niño varado en una playa turca que se convirtió en el símbolo de la atrocidad que se estaba viviendo en el Mediterráneo. Esta fotografía ocupó muchos minutos de informativos y muchas portadas de diarios y fue lo que condujo a Óscar Camps (Eduard Fernández) a abandonar las playas turísticas de Barcelona para ayudar como socorrista en las playas griegas de Lesbos.

Tráiler oficial de la película

Óscar Camps, de hecho, firma su conformidad con el guion de la película. Al margen del parecido físico, Eduard Fernández es capaz de transmitir la lucha, la entereza y, también, los altibajos del que fue fundador del Open Arms y salvó a miles de personas de convertirse en un cuerpo más al fondo del mar. El otro bastión de esta historia, Gerard Canals, es interpretado por un Dani Rovira que vuelve a sorprender fuera de la comedia, como ya lo hizo con 100 metros, también de Barrena, o con El futuro ya no es lo que era (Pedro L. Barbero, 2016).

Que la heroicidad no es solo cosa de hombres viene de la mano del personaje de Esther Camps, donde Anna Castillo no se queda atrás de Fernández y Rovira. Aporta la sensibilidad y la empatía de la que a veces se desnuda a Óscar Camps; además, se entrelaza de manera muy natural con la historia de la médico siria. Este otro personaje femenino representa la realidad de muchos refugiados, personas con una vida construida que acaba varada tras el estallido de una guerra civil. Las historias personales de los protagonistas se cruzan con la cruel realidad de los refugiados, algo que no minimiza la grandeza de la tragedia.

De manera un poco más tímida se muestra el papel de los medios de comunicación. Aquí irrumpe Àlex Monner para darle vida a Santi Palacios, fotógrafo del Open Arms que animó a Camps a contar desde su perspectiva la historia: “A la gente le da miedo la pobreza, no quieren verla, pero si alguien como ellos la cuenta, quizá sí hagan caso”. Aunque cuando aparece resulta contundente, el personaje de Monner pasa un poco de puntillas y se aleja en el relato de la película.

Cartel de la película Mediterráneo
Fuente: twitter

En cuanto a la fotografía y el montaje, también sobresalientes, en algunas ocasiones recuerdan al modo de producción documental. Las imágenes sumergen en el relato y consiguen despertar la empatía del espectador, acompañadas al término de la película con música homenaje a todos los protagonistas de esta desgracia.

Ahora es Afganistán, antes fue Siria y, desgraciadamente, en el futuro serán otros. No importa que el estreno de la esperada Madres paralelas o de la controvertida Maixabel la hayan eclipsado en cierta medida, pesa más la necesidad de pararnos y recordar que el mundo que nos rodea no tiene que ver con lo que vemos a nuestro alrededor más próximo. El relato se construye desde la honestidad, sin heroicidades, sin hipérboles y despojada de connotaciones políticas e ideológicas. Cumple una de las funciones más importantes del cine, la de portavoz de realidades sociales.

Mediterráneo

Ficha técnica

Dirección: Marcel Barrena

Guion: Danielle Schleif

Historia: Marcel Barrena, Óscar Camps

Música: Arnau Bataller

Fotografía: Kiko de la Rica

Reparto: Eduard Fernández, Dani Rovira, Anna Castillo, Sergi López, Melika Foroutan, Patricia López Arnaiz, Vassilis Bisbikis

Productora: Coproducción España-Grecia; Lastor Media, Fasten Films, Arcadia Motion Pictures, Cados Producciones, Heretic, TVE, Movistar+, TV3

Esperanza Hernández Martínez

Periodista y documentalista por la Universidad de Murcia. Especial interés en el cine, el teatro y la gastronomía.

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