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Las mujeres no tienen gracia, solo llenan el Wizink

Escena de Estirando el chicle
Fuente: Twitter oficial de Estirando el Chicle

La comedia española más exitosa se llena de nombres femeninos. Victoria Martín y Carolina Iglesias han desmontado prejuicios con ‘Estirando el chicle’, primer show de comedia que se celebra en el Wizink Center.

Victoria Martín y Carolina Iglesias han hecho historia en la comedia española. En menos de 17 horas han vendido todas las entradas (12.000) para su espectáculo de comedia, Estirando el chicle. El hito reside en que el show va a celebrarse en el Wizink Center, un lugar que nunca había hecho sould out con un espectáculo de humor. Y, parece que estas dos mujeres están en racha, en la pasada edición de los Premios Ondas se llevaron el galardón a mejor podcast. Sin embargo, algo no encaja entre tanto éxito… ¿No decía La chocita del Loro que el humor de las mujeres no tiene gracia y resulta menos rentable?

La chocita del loro es una sala madrileña, en el barrio de Carabanchel, dedicada a los monólogos humorísticos. El propietario del local declaró que la razón por la que no contrataba a cómicas para su local era que las mujeres tienen un nivel más bajo para la comedia. Pero, si las mujeres tienen menos capacidad de hacer reír, ¿por qué Estirando el chicle se ha convertido en un fenómeno de masas, por qué Lalachus acoge a tantos seguidores en redes sociales, por qué Ana Morgade presenta un programa en clave de humor en una de las radios más escuchadas de nuestro país, por qué Yolanda Ramos es un reclamo para los programas de prime time, etc? Quizás, tiene más que ver con que hayan ganado visibilidad y menos con su capacidad para hacer reír.

Anuncio del último show de la temporada en el Wizink Center

¿Cuestión de calidad o de visibilidad?

En la historia de la comedia española muchos pocos nombres femeninos están bajo la etiqueta del humor. Gila, Eugenio, El dúo sacapuntas, Martes y Trece, Ozores o, más tarde, Los Morancos son los nombres que sonaban en el panorama humorístico español, apenas podemos rescatar a Las Virtudes o a Las hermanas Hurtado. A pesar de que los hombres coparan este espacio, no son pocas las mujeres que han formado parte de la comedia española aunque no se hayan reconocido como tal: Lina Morgan, Florinda Chico, Gracita Morales, Josele Román o Rosa María Sardà son algunas de las actrices que han hecho reír al público español.

Escena de El señor está servido, con Florinda Chico y Josele Román

En los últimos años, han ido apareciendo cada vez más mujeres que sí han podido calificarse como cómicas, ejemplo de ello es Eva Hache, primera mujer en presentar un late night en España. No obstante, ha sido la incursión de las redes sociales lo que ha favorecido que las mujeres tengan mayor espacio en este sector. De hecho, muchas de ellas han dado el salto a los medios de comunicación tras consolidarse en redes, es el caso de Victoria Martín (@livingpostureo), Carolina Iglesias (@percebesygrelos), Lalachus (@lalachus2), Raquel Sastre (@raquelsastrecom) o Patricia Espejo (@PattMirror).

Cuando su exposición no depende de nadie y pueden mostrar con libertad, a través de redes, sus vídeos o sus gags, entonces, los seguidores crecen y comienzan a aparecer en radios, televisiones o podcasts. Esto explica que antes de las redes las dificultades y los prejuicios para llegar al gran público fueran mucho mayores. La cómica murciana Raquel Sastre se atrevió con los monólogos cuando todavía eran muy pocos los nombres femeninos, ella es de las que reafirma que «las redes son el gran aliado, el espectador es el que decide, y cuantas más mujeres haya, más se animarán a hacerlo».

Humor de hombres, humor de mujeres

Una cuestión debatible es si el humor de las mujeres solo provoca risas entre el género femenino o si puede abarcar todo el público. Las propias Victoria Martín y Carolina Iglesias, conductoras de Estirando el chicle, han declarado en más de una ocasión que su público está formado mayoritariamente por mujeres y homosexuales. Aunque, otras cómicas como Yolanda Ramos, Silvia Abril o Eva Soriano han participado en programas dirigidos a ambos sexos o, incluso, consideran que su humor «tiene un público mayoritario de hombres», como es el caso de Raquel Sastre. Esta última también apunta a que «no tiene que ver con quién hace la comedia, tiene que ver con el tema del que se habla».

Veamos si hablamos de los mismos temas y en el mismo lenguaje. En el humor español, el sexo es uno de los temas más manidos. Algunos artistas, como Pepe Colubi, basan sus monólogos en este tema. Pero, ¿suena igual una mujer que un hombre haciendo chistes sobre sexo? Es cuestión de costumbre. En un hombre puede resultar gracioso, en una mujer grosero o soez porque no es lo que se espera de ella. «En un monólogo con Eloy Arenas vi como la misma mujer que se escandalizaba por un chiste mío sobre sexo, segundos después, reía la broma de Eloy Arenas sobre cómo practicar sexo oral a una mujer», contaba Raquel Sastre.

Pepe Colubi en una sección para Late Motiv

Ahora, son muchas las cómicas que han querido romper con este tabú y crean monólogos en los que hablan y bromean sobre el sexo sin tapujos. Recientemente, Eva Hache dedicaba una de las bromas de su espectáculo al satisfyer. Poco a poco, los obstáculos van desapareciendo. Se trata de entender que al final todos los temas son comunes a ambos sexos. “No hay cosas que hagan gracia solo a mujeres o a hombres, la comedia puede ser universal, un chiste sobre algo femenino no tiene por qué dirigirse solo a ellas”, comentaba al respecto Patricia Espejo en una entrevista para El sentido de la birra, en YouTube.

Otro asunto objeto de conflicto es denominar humor feminista a la comedia hecha por mujeres. No todos los productos realizados por mujeres suponen una reivindicación feminista en sí misma. «Una cómica, aunque haga chistes machistas, puede estar ejerciendo el feminismo en el momento en el que está ocupando un lugar que siempre han llenado hombres», resalta la cómica Raquel Sastre. Sin embargo, subraya la diferencia: «puede ser una forma de hacer feminismo, pero no humor feminista».

La capacidad de hacer reír puede ser universal

La comedia trata de crear un ambiente divertido y acogedor en el que las risas sean las protagonistas. Normalmente, los temas escogidos son aquellos que forman parte de nuestra vida cotidiana o que nos afectan a todos por igual: la maternidad/paternidad, la política, los cambios sociales, las amistades, la familia… Estas cuestiones puede que cambien dependiendo de algunos factores, como la procedencia del público. Sin embargo, es algo que no tiene que ver con el género porque, aunque afecte de distinta manera, ambos están implicados en la misma historia.

El auge de las mujeres en la comedia está en pleno crecimiento, aunque todavía queda mucho para que una mujer se convierta en Buenafuente o un Broncano. La ruptura de prejuicios y estereotipos está ayudando a eliminar las barreras que podían tener y, por supuesto, las redes sociales están siendo un gran apoyo.

A continuación, solo algunos de los espectáculos y espacios que, pese a «tener un nivel más bajo», han conseguido ser un éxito:

  • Estirando el chicle, 23 de septiembre de 2022 en el Wizink Center.
  • Valeria Ros, Eva Hache y Sara Escudero, 12 de enero en Teatro Infanta Isabel (Inverfest).
  • Eva Hache, 20 de enero en el Teatro Infanta Isabel (Inverfest).
  • Payasos y fuego, con Inés Hernand, 13 de enero en el Teatro Infanta Isabel (Inverfest).
  • Inés Hernand, 18 de diciembre en Teatro Cofidís de Madrid.
  • Saldremos mejores, con Nerea Pérez de las Heras e Inés Hernand, podcast de Podium Podcast.
  • Buenismo bien, con Henar Álvarez, programa de radio y podcast de la Cadena Ser.
  • Cuerpos Especiales, de Europa FM, con Eva Soriano y Lalachus.
  • El Grupo, podcast de Silvia Abril y Toni Acosta.
  • Raquel Sastre presenta su libro Risas al punto de sal.

Esperanza Hernández Martínez

Periodista y documentalista por la Universidad de Murcia. Especial interés en el cine, el teatro y la gastronomía.

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