Vinos en cuatro dimensiones

Villa Lucía, un pequeño centro temático desgrana el proceso vinícola a través de técnicas sensoriales en Laguardia, un nuevo método que nos lleva a disfrutar del vino con los cinco sentidos.

“Quien sabe degustar no bebe jamás el vino, sino que degusta secretos”, dijo el pintor Salvador Dalí. Precisamente, los secretos de esta bebida, tan consumida como desconocida, es lo que desentrañan en el museo vitícola Villa Lucía de Laguardia, en pleno corazón de la Rioja Alavesa. Un recorrido que lleva desde su origen hasta el proceso de embotellamiento.

A las afueras de la localidad, en un extenso paraje de viñas y jardines, se levanta la villa monumental constituida por piedra, adobe y madera. La construcción recrea la arquitectura popular de las bodegas de la zona y su privilegiada ubicación permite contemplar algunos de los paisajes más atractivos de esta tierra. El interior alberga una coqueta exposición, donde se resume todo el proceso de elaboración de esta bebida, que centra gran parte de la vida diaria de sus habitantes.

Conocer el vino es amarlo. Con esta finalidad nace este centro temático formado por seis pequeñas bodegas de la comarca, entre las que destacan El Fabulista, Campillo o Torre de Oña. Sus propietarios, convencidos de la gran expectación que suscita hoy en día el vino a nivel mundial, decidieron crear un museo innovador, cuyo objetivo es despertar tanto los sentidos como la curiosidad al visitante.

Por dentro, la galería guarda encantos e historias con el mismo celo que las gentes de la tierra cuidan su tesoro más preciado. La historia y los rituales del vino centran una exposición interactiva que destaca, sobre todo, por la incorporación de efectos audiovisuales y catas virtuales de aromas, en las que el visitante puede descifrar las diversas variedades.

Asimismo, en 2011 se inauguró el espectacular cortometraje 3D En tierra de sueños. Emitido en una novedosa sala 4D y acompañado por efectos sensoriales, nos invita a descubrir los rincones más apreciados de la Rioja Alavesa. Naturaleza, magia y arte se mezclan en esta historia para seguir la huella del vino de la mano de Vinfo. Un pequeño duende, que invitará a la protagonista a evadirse por unos instantes de su estresada vida, pudiendo así adentrarse en la cultura y costumbres de las gentes de la comarca.

Gracias a esta película, el centro ha recibido numerosos galardones en festivales de cine internacionales, turismo y nuevas tecnologías como el ‘The Best of the Fest 3D Shorts 2011’, obtenido en el 3D Film Festival que tiene lugar en Los Ángeles, así como el premio ‘Das Goldene Stadttor 2012’, otorgado en el congreso internacional de turismo en Berlín.

Por su parte, la visita convencional ofrece al turista la posibilidad de practicar el arte de la vendimia de forma natural, es decir, con las manos, unas simples tijeras en forma de alicate y guantes. De esta forma, los vendimiadores ocasionales se disponen a cortar los racimos de uva, mientras el guía explica con especial ahínco que en la actualidad, dicha técnica desaparece gradualmente, debido a la incorporación de las máquinas al proceso de vendimia.

En la sala contigua una maqueta muestra los remolques cargados de uva, dispuestos a pasar por la báscula antes de la descarga en las bodegas. A su vez, se puede disfrutar en primera persona pisando el vino hasta convertirlo en mosto.

Finalmente, el paseo concluye con una cata de vinos pertenecientes a las seis bodegas que forman esta congregación. Se ofertan también, diversas actividades enoturísticas y durante todos los sábados del año imparten cursos de iniciación a la cata.

Se trata de una novedosa iniciativa que desde su creación en el año 2000 ha acercado a miles de personas a Laguardia, promoviendo así el turismo enológico en la región. Y es que en Villa Lucía conocen bien aquel refrán que afirma, “el que un buen vino bebe, a beberlo vuelve”.

 

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