La más pura tradición vanguardista

 

Cepa 21 acoge el restaurante en la tercera planta con vistas al viñedo, un espacio amplio y luminoso dirigido por Alberto Soto. Cuenta con dos menús: uno más tradicional con productos muy autóctonos. El segundo, un menú degustación compuesto por once platos, mucho más innovador sin dejar de lado la apuesta por los productos de la zona.

Cuatro pequeños bocados inician la comida haciendo alusión a la tan nuestra tapa. Croqueta líquida de cecina, Magdalena de Morcilla de Villada, Chupa-chups de queso con mango y Mousse de foie con espuma de piña. Este último el menos atractivo, perdiendo sabor con respecto a la presencia; sin embargo la magdalena de morcilla resulta un acierto total, una textura idéntica a la típica magdalena de desayuno, con un sorprendente sabor a morcilla, una combinación impactante y muy acertada.

Entramos en materia con una Sopa Castellana. No creo que haya un plato más típico de Castilla y León, y sin embargo aquí han apostado por una presentación revolucionaria y un sabor único. Una espuma como base sobre la que se asienta una yema de huevo, una emulsión de pimentón y una espuma de pan. Rotos y mezclados unos ingredientes con otros, dan lugar a una ligera sopa castellana que no pierde nada de su sabor original.
El Ravioli de Patata trufada a la Carbonara, sabroso, pero superado por la mayoría de los platos.

Continúa la comida con un Risotto de Boletus y Trompeta de la Muerte, poco untuoso para lo que acostumbra a ser un rissoto, pero con un intenso sabor a setas. La comida recupera su tono elevado con los dos últimos platos salados: la Merluza confitada con Emulsión de Albahaca y Crema de Berenjena a la Brasa y la Ventresca de Lechal con Pinar. Con el pescado, apuestan por un acompañamiento de crujiente de patata violeta muy dulce. Un sabor muy fresco y jugoso, en la que la crema de berenjenas, se ve eclipsada por la albahaca.

Y, por último, el lechal, un esfuerzo estomacal después de los ocho platos anteriores, pero que merece fervientemente la pena hacer. Una carne de cordero jugosa y melosa acompañada de un pinar de tierra, setas y el propio jugo macerado de la ventresca (denominada así por ser la parte situada en la zona de las costillas). Unos toques cítricos con los diminutos trozos de naranja que se encuentran camuflados en la salsa son el acompañamiento perfecto para la carne. Un placer para la boca.

Hasta aquí los platos salados, que han sido acompañados por dos tipos de pan: uno de cereales con nueces y la torta de aceite elaborada en el mismo restaurante; irrechazables ambos dos, pero muy contundentes.

pan

Para finalizar dos postres: Manzana en Texturas, muy digestivo y ligero, con compota de reineta, taquitos y helado de Grand Smith y crujiente de Golden; y Hamburguesa, un plato muy visual donde nada es lo que parece: brownie con nueces entre pan brioche, mantequilla de vainilla como mayonesa, mermelada de frutos rojos imitando al kétchup, mango confitado haciendo las veces del queso y plátano macho frito como sustituto de las patatas fritas. Como guinda “al pastel”, cafés e infusiones acompañados de dos chocolatinas, una con naranja y la otra con peta-zetas; y un macaron de lima limón.

Un menú innovador, sabroso, más que generoso, con un servicio impecable que con María Uña a la cabeza, no permitirán que tu copa se quede vacía ni un momento o que pases un solo bocado sin un trozo de pan con el que acompañarlo.

Cepa 21

Carretera Nacional 122, km. 297, 47318 Castrillo de Duero, Valladolid.                       

Teléfono: 983 48 40 84.

Email: [email protected]

Pagina web: www.cepa21restaurante.com

Cierra: los lunes, cenas previa consulta y reserva.

Precio: menú degustación 60€ y menú tradicional 50€ (maridaje de vinos incluido).

Plato más recomendable: Ventresca de Lechal con Pinar

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