Los cumpleaños siempre tienen un toque infantil: ese deseo incontrolable por celebrar tu único día del año, las ganas de reunir a los que quieres como tú quieres y una desbordante ilusión por recibir sorpresas y un montón de regalos. Esta vez, le toca festejar a quien se encarga de conservar en todos nosotros los valores propios de un niño, y eso que ya pasó la adolescencia y está en plena madurez, Pixar, la inagotable factoría de imaginación y sueños, hace 25 años.
Ayer llegó a Madrid algo insólito y fantástico a partes iguales, porque, como no podría ser de otra manera, el gran gigante de la animación cinematográfica ha decidido regalar en vez de esperar regalos, y qué mejor, que con una exposición situada en el Paseo del Arte. El CaixaFórum acogerá hasta el 22 de junio, la mágica, y muy real, historia de Pixar. Una mezcla entrañable de artes plásticas, videoanimación, cine, dibujo, escultura y hasta objetos que parecen tener vida propia; todo ello para explicar y dar sentido a cómo revolucionaron la gran pantalla mediante el uso de tecnologías avanzadas, cómo han sido capaces de crear historias extraordinarias, con personajes y situaciones inolvidables de una fuerza visual arrolladora, y, cómo han logrado 14 largometrajes, 30 Oscars y 7 Globos de Oro.
En palabras de su director creativo, John Lasseter, Pixar conmueve ya que «los sueños se hacen realidad aunando arte y tecnología». Esta es una exposición que divierte y enseña, que profundiza en la mente infantil del más carca y consigue que el público termine en la tienda de souvenirs con las mismas ganas de comprarse todas las películas como de abrazar al gran Sullivan (enorme bicho azul de Monstruos S.A.). Aquí todos tienen cabida: desde los fieles amigos de la trilogía Toy Story (1995, 1999 y 2010), los valientes que persiguen aquello que aman igual que en Buscando a Nemo (2003), los intrépidos y aventureros tal que en Up (2009), los que creen que todo es posible como Ratatouille (2007), los que defienden ser diferentes y alcanzar sus propias metas de la misma forma que Brave (2012), los que luchan por cumplir sus sueños como en Cars (2006) o los que guardan secretos para salvar el mundo y mejorarlo al estilo de Los increíbles (2004). Tranquilos, también hay hueco para los amantes de Bichos (1998) y de Wall-e (2008), y todos aquellos seguidores del cortometraje.
Una cita obligada para grandes y pequeños: «Pixar. 25 años de animación».