Inma Cuesta (Valencia, 1980) se ha convertido en la actriz que todo director quiere tener en su película. Su nominación al Goya a la mejor actriz principal por su rol en La Novia (2015) de Paula Ortiz, la ha consagrado como intérprete dramática. Sin embargo, ella reclama su versatilidad, a pesar de que su rostro anguloso y su físico ‘lorquiano’ la hacen perfecta para la tragedia. La comedia no es un traje en el que se sienta incómoda y, por ahora, se ha convertido en la nueva chica Almodóvar con todo lo que eso supone. Su carrera promete darnos aún muchas sorpresas. Algunas, incluso, con otro acento.
¿Nervios por lo que puede suceder el sábado?
Aún no estoy nerviosa. Lo estaré el mismo día cuando me coloque el vestido y tenga que presentarme allí.
¿Lo tiene preparado todo? ¿El vestido? ¿El discurso?
El vestido sí, pero no te lo voy a decir. El discurso… la verdad es que no. Aún no ha sucedido y si ocurre, pues saldré ahí e improvisaré. Es más bonito así, ¿no? (risas).
Un nuevo drama con tintes lorquianos… A pesar de su celebrado papel en la comedia Tres bodas de más (2013) parece que solo le ofrecen dramones…
En realidad no me siento encasillada. Tengo una carrera con personajes muy diferentes al margen del género. En abril estreno lo de Pedro Almodóvar y acabo de rodar con acento argentino con Ricardo Darín. Vamos, todo lo contrario a un encasillamiento.
¿Cómo ha sido rodar con Pedro Almodóvar, un director con fama de exigente y difícil?
La palabra fácil no me gusta en la vida. No me gusta el confort para el trabajo. Apasionante sería la palabra para definir el trabajo con él. La interacción y cómo moldea a sus actrices es lo que hace que sus películas sean como son.
https://www.youtube.com/watch?v=o4foJewAhn8
¿Cómo es el momento en el que una recibe la llamada de Almodóvar?
Hombre, primero no te lo crees. Luego ya sientes una alegría tremenda. Supone pasar a formar parte de la obra de un genio del cine.
Ese sentimiento de admiración… ¿Le ha condicionado para rodar?
Hombre, al principio sí. Me costaba salirme de aquello, de pensar «estás trabajando con Almodóvar, un director que ya forma parte de la historia del cine por derecho propio». Cuando conseguí salirme de esto, tomarlo como un trabajo más, importante, pero trabajo al fin, empecé a pasármelo bien y disfrutar con ello.
¿Cómo valora el resultado?
No puedo decir nada. Sabéis cómo es Almodóvar. Le gusta guardar sorpresas. Solo te digo que me ha sacado registros nuevos.
Para el 2016…
Seguir.