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Holi: celebremos el amor

Celebración del amor en India
Holi es el festival del color que se celebra en toda la India para conmemorar la llegada de la primavera.
Celebración del amor en India
Holi es el festival del color que se celebra en toda la India para conmemorar la llegada de la primavera.

Las paredes blancas de la pequeña galería Juana de Aizpuru, situada en la calle madrileña del Barquillo, contrastaban con el estadillo de color de las imágenes que las envolvieron hasta el pasado 20 de febrero. Fueron los ojos de Cristina García Rodero los que tuvieron la oportunidad de capturar la explosión cromática que, año tras año, arrasa la India. Plasmada en la exposición ‘Holi, la celebración del amor’, invitaba a  descubrir un país diverso y caótico: una tierra de contrastes que, cada mes de marzo, se vuelca en su religión.

El festival Holi, celebrado los pasados 9 y 10 de marzo de 2020 en toda la India, conmemora la llegada de la primavera, el final de la cosecha y la victoria del bien sobre el mal. Amor, fortuna y vitalidad son los tres pilares de una fiesta en la que los hindúes se lanzan polvos de colores al mismo tiempo que bailan y cantan alrededor de las calles y los templos.

Un canto a la libertad que Cristina García Rodero -fotógrafa miembro de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando y primera y única española integrante de la prestigiosa Agencia Magnumha capturado a lo largo de varios años a través de su objetivo. Con maestría, García Rodero se cuela en los rincones e inmortaliza la esencia de una fiesta que representa muy bien el constante de la obra de la artista puertollanense: la unión entre fotografía y felicidad. Aunque el blanco y negro se convirtió en una de sus señas identitarias cuando retrató la España de la posguerra, su alter ego regresa en esta serie plagado de color.

Sin invadir lo personal, la fotógrafa sabe empatizar con el espectáculo visual que la rodea. No molesta, se limita a camuflarse en la realidad como un participante más. Llega un punto en el que todas las personas se transforman en seres multicolores, el suelo se equipara a un arcoíris y las fachadas simulan obras de arte expresionista. Una sobredosis de colorido que satura la visión.

Aunque predominan los planos generales de aglomeraciones, resaltan especialmente los primeros planos, en los que la atención deja de centrarse en la paleta cromática y se traslada hasta el brillo de los ojos del que tiene la mirada clavada en la cámara.

'El abrazo inocente' de Cristina García Rodero
‘El abrazo inocente’ es una de las fotografías más emotivas de Cristina García Rodero.

Dos niñas hindúes protagonizan una de las escenas más sensibles de la exposición, la que recibe el nombre de ‘El abrazo inocente’. Ninguna mira al objetivo mientras se funden en un tierno abrazo. El color rojo invade la imagen en una clara representación del amor, aunque también están presentes el amarillo -característico de la cúrcuma- y el verde, que simboliza la primavera y los nuevos comienzos. Como si de una sinécdoque se tratase, la imagen hace palpable cómo viven los niños de la India esta festividad. Emoción, amistad, compañerismo, conexión, afecto…todos los sentimientos que esta fotografía consigue evocar podrían atribuirse directamente a lo que esta celebración del amor significa para el país.

Al final de la exposición el sentimiento es agridulce: el exceso de impresión deja al espectador incompleto, con ganas de más. Coger un avión y aterrizar 15 horas después en la India suena mucho más apetecible después de esta visita sensorial tan explosiva. Cristina García Rodero consigue, una vez más, dar visibilidad a la interculturalidad. Su experiencia, siempre muy vinculada a los ceremoniales de unión entre hombres y dioses, le ha enseñado que toda sociedad necesita aferrarse a algo para enfrentarse a sus miedos.

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