Der Blaue Reiter ó ¿qué es el color?

Albert Oehlen ha expuesto en los mejores museos de Londres, Estrasburgo, Ámsterdam, Alemania o Miami. La Casa Encendida de Madrid no quería ser menos y a principios de este mes, inauguró una retrospectiva de la obra de este artista contemporáneo. La exposición recorre su producción desde finales de los 80′, cuando decidió definitivamente abandonar la figuración, hasta nuestros días convertido ya en símbolo y referente del arte contemporáneo.

Las influencias de su obra son muy heterogéneas y variadas. Posee un carácter ecléctico tanto en paleta como en género. Se evidencian claras reminiscencias del expresionismo, sobre todo del americano, con trazos similares a las ya míticas obras de Jackson Pollock. Recuerdos de los collages de la primera época del cubismo de Braque y Picasso. Pero lo que predomina por encima de todo, son los guiños al surrealismo, en el sentido en el que al igual que en ‘el cadáver exquisito surrealista’, aquí los métodos se van sucediendo unos a otros de una manera espontánea generando la obra en sí misma.

Oehlen incorpora además un elemento muy interesante en sus composiciones, el diseño por ordenador. Pero no nos podemos olvidar de la parte más importante de su obra, el color. El color es eso que lo inunda todo, es el elemento que nos remite al expresionismo abstracto de pintores como Kandisnky o Marc y su Jinete Azul, donde las formas eran plasmadas directamente con el color, convirtiéndose esto en el hilo conductor y transmisor del mensaje de la obra.

Considerando, por tanto, las propuestas pictóricas que se nos ofrecen hoy en día, donde la línea que separa el talento de la hipocresía es tan fina, Oehlen nos permite disfrutar de una obra sincera y auténtica. Algo muy de agradecer en estos tiempos de crisis no solo económica, sino también artística.

 

Deja una respuesta

Your email address will not be published.