Los alumnos del máster en Periodismo Cultural visitan el museo para aprender de primera mano cómo entender la pintura
El pasado 19 de enero, los estudiantes del Máster en Periodismo Cultural de la Universidad CEU San Pablo visitaron El Prado con su profesora de Fundamentos de las Bellas Artes, María Fernández-Shaw. Esta fue la primera de las dos visitas que harán los alumnos al museo, en las que disfrutarán de las obras maestras que ofrece la pinacoteca para comprender en profundidad la materia explicada en clase.
Este encuentro se centró en las primeras tres épocas de la pintura: la románica, la gótica y la flamenca. Aunque María Fernández-Shaw ya había explicado los fundamentos de estos estilos pictóricos, ella misma les había comentado a los alumnos que para entender realmente el arte, era necesario verlo en persona. Para hacerlo, les mostró diferentes obras de cada período y explicó por qué son importantes en la historia del arte. Además, destacó las características que definen la pintura de cada época a través de los detalles de las obras.
De todas las piezas que contemplaron los estudiantes, resaltaron tres: Pecado Original, Pintura mural de la ermita de la Vera Cruz, de Maderuelo; el Retablo del arzobispo Don Sancho de Rojas, de Juan Rodríguez de Toledo; y El Descendimiento, de Rogier van der Weyden.
Pecado Original, Pintura mural de la ermita de la Vera Cruz (Siglo XII) son unos frescos trasladados al Prado. Esta obra de Maderuelo contiene todas las características que definen la pintura románica. Como se trata de uno de los primeros avances de la pintura, las figuras carecen de volumen, porque no se había estudiado la luz aún. También la técnica de dibujo era primitiva, ya que las caras de los personajes son casi iguales. Como la perspectiva aún no se había establecido, hablamos de unas figuras que parecen flotar en el aire y están delimitadas por el cuadro.
Retablo del arzobispo Don Sancho de Rojas (1415-1420), de Juan Rodríguez de Toledo, describe la esencia de la pintura gótica a la perfección. El avance en la técnica pictórica se aprecia en las figuras de esta obra, que comienzan a tener más volumen al jugar con las sombras. También en esta época instalan la perspectiva con suelos y mesas, que hacen posible la existencia de varios planos en el cuadro. Además, los rostros de los personajes comienzan a mostrar rasgos que los distinguen entre sí.
La obra maestra El Descendimiento (Antes del 1443), de Rogier van der Weyden, muestra cómo la pintura flamenca marcó un antes y un después. Con la llegada de la pintura al óleo, los artistas eran capaces de dibujar y pintar con precisión para crear texturas y sombras exquisitas. A través de esta obra podemos descubrir que este estilo casi perfecciona el volumen al jugar con las sombras de forma natural. Es posible ver que la pintura de esta época comienza a ser mucho más realista, y los rostros ya muestran emociones claras y rasgos muy característicos.
En la siguiente visita al Prado, el 26 de enero, los alumnos podrán seguir avanzando en su formación visual. La profesora Fernández-Shaw continuará guiándolos para conocer en profundidad los siguientes estilos pictóricos.
