Tras lograr el éxito de crítica con su obra debut, La Bruja (2015), y con su segundo film, El Faro (2019), el director, guionista y productor Robert Eggers se adentra en la mitología vikinga en su tercera película, El Hombre del Norte (2022)
El Hombre del Norte está ambientada en la Islandia del siglo X y narra la historia épica de Amleth (Alexander Skarsgård), un joven príncipe vikingo cuyo padre, el rey Horwendil (Ethan Hawke), es asesinado a manos de su tío Fjölnir (Claes Bang), quien se convierte en el nuevo monarca tras la muerte de su hermano. El protagonista decide huir en una barca a Escandinavia y regresar al cabo de los años a vengar a su padre, salvar a su madre la reina Gudrún (Nicole Kidman) y matar a Fjölnir. El reparto lo completan Anya Taylor-Joy, actriz que repite con el director tras su papel protagonista en La Bruja, y que da vida a Olga, una joven muchacha escandinava, Willem Dafoe, quien vuelve a trabajar con Eggers tras su actuación en El Faro y que encarna el papel de Heimir el Loco y Bjork, quien interpreta a la bruja Seeress.
Un acercamiento histórico: leyenda y mitología
La trama de la película recuerda a la tragedia de Shakespeare Hamlet, príncipe de Dinamarca. Amleth es un héroe de leyenda de la mitología medieval escandinava y se le considera como el personaje en quien se inspiró el autor inglés para crear a Hamlet. Los libros tercero y cuarto de Gesta Danorum, escritos por Saxo Grammaticus, historiador islandés de finales del siglo XII y principios del XIII, son la primera referencia escrita del mito de Amleth. Se cree que este texto se basa en un antiguo poema escandinavo del siglo X del que no se conserva ningún fragmento.
La leyenda narra la historia de Amleth, hijo de Gerutha y Horwendill, quien es asesinado a manos de su hermano Feng. Este convence a Gerutha para que se convierta en su esposa y enmascara el asesinato con una serie de mentiras y falsos rumores para que el crimen parezca un acto de justicia. El joven Amleth, al haber sido testigo del asesinato de su padre, finge problemas de locura y, tras sortear continuos intentos de acabar con su vida, decide huir a Gran Bretaña y regresar al cabo de los años como infiltrado para vengar la muerte de su progenitor.
El guion de Eggers y de Sigurðsson ha alterado algunas características del relato originario, pero conservando la esencia de la leyenda. La documentación en materia histórica, mitológica, cultural y social es uno de los elementos más sobresalientes del largometraje. Tanto la vestimenta, como los poblados y los navíos han reproducido a los originales vikingos. Un equipo multidisciplinar compuesto por historiadores y arqueólogos han participado para hacer una película lo más verídica, realista y fiel posible.
El Hombre del Norte introduce al espectador en las creencias y leyendas de los pueblos escandinavos. La cosmogonía, las ceremonias de paso de la infancia a la edad adulta, los rituales de iniciación y funerarios y la presencia de deidades y seres sobrenaturales están presentes en el film. Elementos como el Yggdrasil, el árbol que según la mitología nórdica sostiene los nueve mundos y que hila el destino de los hombres; las valquirias, deidades femeninas cuya labor consistía en llevar a los héroes muertos en batalla al Valhalla, y los cuervos, animales mensajeros del mundo ultraterreno y que desde los orígenes ha estado relacionado con los presagios y predicciones, juegan un papel fundamental dentro del desarrollo de la trama.
Los guionistas se han servido de los últimos hallazgos arqueológicos para documentar la película. En este sentido, la valquiria que porta al héroe al Valhalla aparece con unas marcas en los dientes, similares a aparatos metálicos. El propio Eggers ha señalado que ‘Han excavado cráneos vikingos que tienen surcos horizontales tallados en sus dientes. Y la hipótesis favorita actual es que solo era algo para lucir amenazantes, y que llenaron esos surcos con algún tipo de pigmento. Elegimos el negro para la valquiria’. Asimismo, para la escena del funeral se han basado en la obra de Ahmad ibn Fadlan, cronista del siglo X procedente del califato de Bagdad, que hizo una de las descripciones más exactas de los enterramientos vikingos y de los rituales que los acompañaban, como los sacrificios humanos y animales, los cánticos, los enterramientos en barcos de personajes relevantes o los ajuares que portaban.
Fuente: Universal Pictures España
Islandia (e Irlanda) como protagonistas
Los dos primeros largometrajes producidos y dirigidos por Eggers, La Bruja (2015) y El Faro (2019) se podían encuadrar dentro del cine independiente. El Hombre del Norte es su primera película de estudio y ha contado con un presupuesto de 90 millones de dólares, lo cual le ha permitido trabajar con más actores y grabar en un mayor número de localizaciones. A este respecto, Eggers indica ‘Yo solo he hecho trabajos autoproducidos. Todo lo que hago es completamente opuesto a una película de Marvel’.
En un inicio habría sido rodada en su totalidad en Islandia pero debido a la pandemia algunas escenas fueron trasladadas a Irlanda del norte. Parajes en Irlanda como los ríos Bann —el más largo de Irlanda del norte— y Mane, los bosques de Clandboye, el castillo de Shane, el lago Neagh, la cantera de Bonghill, los montes de Mourne o Torr Head, en la costa norte de la isla, han aparecido como enclaves de la película. Estas localizaciones combinadas con impresionantes parajes montañosos, glaciares o volcánicos islandeses, como el volcán Hekla, han hecho que el elemento telúrico y de relación con la naturaleza sea fundamental.
El Hombre del Norte entrelaza partes o acontecimientos de inspiración onírica con otras más reales, alternando escenas de aventura, suspense, brutalidad y violencia extrema con otras centradas en los problemas vitales y sentimentales de los personajes, todo ello enmarcado en parajes naturales majestuosos.