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‘El Golem’, el misterioso poder de la palabra

Vicky Luengo y Elías González protagonizan 'El Golem' en el Teatro María Guerrero

Quien haya seguido la trayectoria de Juan Mayorga (Premio Nacional de Literatura Dramática y miembro fundador de la Academia de las Artes Escénicas de España) sabe que sus obras no son de esas que buscan una historia típica; no van a lo seguro. Por el contrario, el objetivo del dramaturgo madrileño es hacer pensar al espectador. Salir del teatro con más preguntas que respuestas y, sobre todo, con una reflexión. Eso sucede, precisamente, en El Golem, en el que Mayorga rescata el mito del siglo XVI, esa figura de barro creada para salvar a los judíos. La dirección de esta propuesta corre a cargo de Alfredo Sanzol (El bar que se tragó a todos los españoles, Luces de bohemia, Macbeth), otro de los pesos pesados del teatro español. Entre los dos han llevado a los escenarios una historia con muchos pros y algunos contras. El Golem es interesante de ver, pero difícil de entender por los densos discursos filosóficos que se van sucediendo.

Vicky Luengo y Elena González, protagonistas de 'El Golem'
Vicky Luengo y Elena González en El Golem

La función se enmarca en una sociedad que se cae a pedazos: protestas ciudadanas, cargas policiales, falta de suministros y un sistema hospitalario a punto de colapsar. Muchos pacientes, entre ellos Ismael (Elías González), no tienen más opción que abandonar la institución. La única esperanza para este hombre, cuya enfermedad solo se describe como ‘extraña’, se encuentra en manos de su mujer Felicia (Vicky Luengo), quien recibe una misteriosa oferta por parte de Salinas (Elena González), una empleada del hospital. A cambio de que Ismael siga con el tratamiento en el centro, Felicia deberá memorizar unos textos sacados de un libro escrito en una lengua desconocida. 

Una tarea, a priori, simple e inocente, pero que acabará provocando una transformación física y emocional en la protagonista, aturdida por sueños, recuerdos y pensamientos que no parecen suyos. Una metamorfosis que el espectador siente no solo gracias al gran trabajo interpretativo de Vicky Luengo, sino también por todas las piezas fundamentales que cimientan la puesta en escena. Un vestuario hecho, deliberadamente, poco vistoso, pero que ayuda perfectamente a ver el carácter de los personajes y su evolución a lo largo de la trama. La iluminación fomenta también esa atmósfera oscura, incómoda y necesaria, igual que el desconcertante espacio sonoro. Todo ello favorece el desarrollo de un ambiente distópico, marcado por la confusión de Felicia que es, a su vez, la confusión de todo el teatro. Un mundo parecido que puede recordar al de la éxitosa serie de Netflix Black Mirror, en la que no sabías muy bien qué era real y qué no, y que provocaba pánico por lo cercano que estaba a nuestra realidad. 

El Golem es, en definitiva, un alegato sobre el poder de las palabras. Esas que definen la realidad y que dan forma a nuestras relaciones con el resto y con nosotros mismos. Las palabras tienen la capacidad de influir en lo que pensamos y en lo que somos y, como la figura del golem, estamos a voluntad de quien controla esa arma. 

Felicia e Ismael, el matrimonio protagonista de 'El Golem'
Vicky Luengo y Elías González en El Golem

 Texto: Juan Mayorga. Dirección: Alfredo Sanzol. Reparto: Vicky Luengo, Elena González y Elías González. Escenografía y vestuario: Alejandro Andújar. Iluminación: Pedro Yagüe. Música: Fernando Velázquez. Diseño de sonido: Sandra Vicente. Agradecimientos musicales: Cesáreo Muñoz, Fátima Sayyad y Marc Blanes. Producción: Centro Dramático Nacional. Teatro María Guerrero. Madrid (hasta el 17 de abril 2022). 

África Villegas

Periodista y comunicadora por la Universidad CEU San Pablo. Cinéfila, amante de la lectura y la historia.

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