El cuadrilátero de las palabras

el critico cartel

Si supiera cantar me salvaría empieza con la llegada del crítico a su casa, un cuarto con una amplia biblioteca personal, con un par de pilas de libros amontonadas en el suelo, una mesa y una silla de madera para escribir y una luz intensa que produce dolor de cabeza. Nada más llegar Volodia, el crítico, se pone a escribir sobre la obra que acaba de ver.  Llega Scarpa, autor de la misma, para celebrar su triunfo junto a él. O contra él. Todo el pasaje transcurre en esa misma habitación cuando Scarpa ha sido altamente ovacionado por el público en la noche de su estreno. Pero tiene miedo, y a la vez tanto respeto como curiosidad, de la opinión de Volodia, quien diez años atrás criticó profundamente otra de sus obras, hasta hacerla pedazos y herir sus sentimientos.

«El crítico», obra de Juan Mayorga se estrenó en Tenerife y estará en el Teatro Marquina hasta el 10 de Marzo. Bajo la dirección de Juan José Afonso, esta pieza de texto contemporáneo aborda el tema de la psique interna de los personajes, quien desarrollan un paralelismo con la vida real. 

Con una puesta en escena sobria y sencilla, los libros forman parte de la función. No estamos frente a una obra que habla del teatro, no es teatro dentro de teatro, sino la historia de dos hombres que buscan el respeto del otro y no terminan de conseguirlo. Volodia busca encontrar la obra definitiva que le deje sin respiración de mano de Scarpa, mientras que este escribe su última obra para él, para complacerle y frente a su maestro, no se rendirá hasta destruirle.

Volodia se convierte en el maestro de Scarpa durante años. La mayoría de las veces por medio de críticas ajenas pero que este leía con gran entusiasmo para buscar sus enseñanzas al estilo griego. En definitiva, por mucho que el ser humano niegue o le cueste reconocer, todos necesitamos de un maestro que nos guíe. Este encuentro entre ambos intelectuales había sido soñado por ambos, pero cada uno con su forma de ver la vida se había imaginado algo diferente a lo que ocurre. En ocasiones parece un encuentro pasional, tantas veces ansiado que no sale como se espera, como esos dos amantes que anhelan verse y no consiguen lo que quieren. Lo que nos lleva a la figura de una mujer, quien, al fin y al cabo, va a ser el punto de inflexión en el papel de Volodia. Aunque, cabe decir, el papel de la mujer se dibuja borroso, inconcluso, casi inconexo.

Con una gran maestría en la actuación por parte de los dos actores, cada intervención hace que olvidemos la otra parte, que nos adentremos en lo que nos está contando cada uno, haciéndolo nuestro, convenciéndonos de su raciocinio. Hasta que habla el otro y te pones de su parte. Como en un combate de boxeo, esta pieza teatral es una lucha de palabras, que gana quien mejor las defiende, las define, las hace suyas. Juanjo Puigcorbé, interpreta a ese crítico siempre perfecto y medido que muestra sosiego y serenidad, frente a Pere Ponce, que da vida a un autor que no termina de cuajar y, a veces, muestra violencia con una mirada demente. Una interpretación brillante aunque, tal vez, larga y densa. Y, ¿por qué esas luces que cegadoras de platillo volante al final con una lluvia de papeles? Innecesario.

¿Será que Mayorga, siendo siempre aclamado por el público, hace una autocrítica y muestra sus miedos en esta obra de culturetas, críticos y letras?

Obra: Si supiera cantar me salvaría (El crítico) -Autor: Juan Mayorga -Intérpretes: Pere Ponce, Juanjo Puigcorbé -Escenografía y vestuario: Elisa Sáez -Iluminación: Carlos Alzueta -Diseño de sonido: Raúl Bustillo – Diseño de iluminación: Carlos Alzueta Bengoetxea -Dirección: Juan José Alfonso – Teatro Marquina (Madrid) – Duración: 90 minutos

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