Privacidad, la obra que conoce todos tus secretos

El elenco de Privacidad
El elenco de Privacidad / Grupo Marquina

Bajo la dirección de Esteve Ferrer, Privacidad aterrizó en Madrid para convertirse en la obra de la temporada. El actor, Adrián Lastra, recrea los entresijos de la intimidad digital mediante la interacción del público en el Teatro Marquina

¿Controlamos nuestros dispositivos tecnológicos?, ¿o ellos nos vigilan a nosotros? La transición de lo analógico a lo virtual ha modificado el concepto actual de privacidad, atributo que se nutre de la propia invisibilidad, provocando que haya un agujero de información sobre qué está sucediendo con nuestros datos. La falta de información respecto a la difusión de datos a terceros propicia una pérdida completa de control. Nuestros dispositivos móviles almacenan un sinfín de datos con el mero objetivo de conocer nuestros gustos y, por consiguiente, nuestra posterior actuación. Antes de tomar la decisión de a quién votar en unas elecciones, las nuevas tecnologías ya conocen qué partido va a recibir nuestro voto. Al igual que también pueden saber si una mujer está embarazada antes de realizar un test de embarazo. 

La falta de privacidad conlleva múltiples delitos virtuales mediante el sabotaje informático de información completamente confidencial. La suplantación de identidad en redes sociales, la sustracción de imágenes que se almacenan en la invisible “nube” e incluso el robo del número de tarjetas de créditos, son algunos de los ejemplos sobre la falta de este derecho en el mundo virtual. Con el hecho de hacer un click en cualquier página web y aceptar las famosas cookies, los datos están siendo suministrados para obtener información privada. Una información poderosa al conocer todos nuestros movimientos, localizaciones, gustos personales y formas de pensar. 

Escenario Privacidad
Escenario de Privacidad / Grupo Marquina

Esta crítica se encuentra representada en Privacidad. A diferencia de otras obras de teatro donde el móvil tiene que estar totalmente inactivo, Privacidad rompe las reglas al otorgar el papel protagonista a nuestros dispositivos. Al público se le permite el acceso a una red wifi mediante megafonía minutos antes de abrirse el telón, y así poder participar en la obra conforme se van sucediendo los acontecimientos. Una historia inspirada en la vida real del  antiguo trabajador de la Agencia de Seguridad Nacional de EEUU (NSA), Edward Snowden, que tuvo su estreno en el Donmar Warehouse Theatre de Londres allá en 2014. Daniel Radcliffe la protagonizó en 2016 en Nueva York. Un éxito en taquilla que ha llegado al teatro Marquina de Madrid hasta el 23 de enero. Éxito internacional Una aventura decorada por un escenario sobrio, bastante oscuro, plagado de decenas de pantallas con forma de dispositivos móviles.

Elenco y trama

Entre el elenco de personajes aparecen Chema del Barco, Rocío Calvo, Candela Serrat, Canco Rodríguez y Juan Antonio Lumbreras. Intérpretes que varían de personajes, mediante cambios de vestimenta, para relatar la historia. Pero el verdadero protagonista del relato es Adrián Lastra, conocido por Velvet, Toc Toc o la serie de Netflix Jaguar. Su puesta en escena traspasa los límites de la actuación. La historia gira entorno a su personaje, a su falta de información sobre la privacidad y todos los problemas que conlleva su desinformación. Con una duración de 1 hora y 45 minutos, Lastra mantiene la compostura, en el escenario, sin bajar la guardia. La dirección del espectáculo se encuentra en manos de Esteve Ferrer, también actor que ha dirigido obras como Dakota, La familia Addams o El Jovencito Frankenstein.

El punto de partida de Privacidad son los secretos de Adrián. El actor interpreta a un escritor bloqueado que no consigue olvidar a su ex pareja, pero ese no será su principal hándicap, sino el manejo de las nuevas tecnologías y su repercusión posterior. Aunque el protagonista no tiene constancia de todo lo que le sucede, las redes sociales sí, controlando su ubicación y todas sus acciones como, por ejemplo, si espía a su antigua pareja o incluso si se encuentra anímicamente contento o triste.

Su viaje experimental comienza en la consulta de un psicólogo para finalizar en la ciudad que nunca duerme, Nueva York. Durante su travesía aparecen diferentes personajes que representan a especialistas de la vida real sobre información, ciberseguridad, redes sociales, marketing o psicología. Unas apariciones que adquieren un gran valor informativo y alentador para el público, sobre todo para los espectadores adolescentes que comienzan a utilizar las tecnologías de forma más personal.

Adrián Lastra en Privacidad
Adrián Lastra en Privacidad / Grupo Marquina

Interacción con el público

El espectador es la pieza clave del puzzle para el desarrollo de la trama, hasta el punto de ser crucial para el desenlace de la obra. Una fórmula de entretenimiento donde el público realiza una función activa, al mismo tiempo que desconoce lo que sucederá y aprende, aún más, sobre la peligrosidad de sufrir un ciberataque. Una obra que, mediante el entretenimiento, informa e instruye sobre un problema social a nivel mundial. Minutos antes del inicio, la audiencia tiene la opción de participar en la obra. Mediante un código QR, aquel que decida ser parte de la historia debe rellenar un cuestionario donde es obligatorio mencionar sus diferentes redes sociales, como Instagram o Facebook. 

Una crítica feroz con el objetivo de concienciar, pero sin ningún tipo de solución. La obra comienza con un tono cómico, al estilo de El método Grönholm, para finalizar con grandes dosis de suspense. Nos adentramos en un nuevo mundo, donde reinan leyes invisibles que ni siquiera entendemos. El foco de luz del espectáculo no se centra ni en su protagonista ni en el público, sino en la sociedad actual. Una historia que no finaliza con la vida de Adrián, sino con la nuestra. 

Mario García

Periodista cultural amante de la parafernalia. El Ziggy Stardust del periodismo.

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