El carnaval de Venecia: un viaje en el tiempo

Máscaras del Carnaval de Venecia / María Cantó.
Máscaras del Carnaval de Venecia / María Cantó.

La ciudad de los canales ofrece una cita con la historia en su festividad más célebre

Santa Cruz de Tenerife, Cádiz o Rio de Janeiro. Carnavales hay muchos, y su origen es el mismo. Esta celebración, cuyo nombre proviene del término carnem levare (literalmente «quitar la carne») es el periodo de antes de la Cuaresma cristiana, que durante la Edad Media supuso una forma de liberación pagana. Antes de la abstinencia y el ayuno, que comenzaba con el Miércoles de Ceniza, el pueblo salía a la calle a bailar y a cometer todo tipo de excesos. Ahora ocurre algo parecido. Sin embargo, solo existe un sitio donde durante esta época es posible viajar en el tiempo: Venecia.

El origen del carnaval de Venecia se remonta al año 1296, pero tuvo su apogeo en el siglo XVIII. Durante décadas, supuso una forma de que la nobleza y la aristocracia abandonase sus palazzos para mezclarse con los plebeyos, aunque siempre salvaguardando su posición social a través de elegantes máscaras y antifaces. Prohibido por el mismísimo Napoleón durante su ocupación, el carnaval veneciano se celebraba como símbolo de libertad contra la represión y la jerarquización impuesta.  

Viandantes disfrazados durante el carnaval, Venecia, 2023. / María Cantó.
Viandantes disfrazados durante el carnaval, Venecia, 2023. / María Cantó.

A día de hoy, parece que queda poco de esa prestigiosa imagen que tuvo en antaño la ciudad de los canales. La gentrificación y el turismo de masas parecen haberse apropiado de ella aún más en febrero. Aunque todavía hay quienes intentan mantener el espíritu de lo que fue. Hombres y mujeres recorren cada callejuela, desde Rialto hasta San Marcos, ataviados con ostentosos vestidos que pretenden imitar a los de la época. Se abren paso entre las hordas de móviles de los turistas con gusto, queriendo ser admirados, ya que muchos esperan durante todo el año para desempolvar estos carísimos trajes del armario.

Viandantes disfrazados durante el carnaval, Venecia, 2023 / María Cantó
Viandantes disfrazados durante el carnaval, Venecia, 2023 / María Cantó.

Considerado el carnaval más elegante del mundo (aunque haya más de uno que decida ponerse el disfraz de Spiderman), durante diez días en Venecia no se habla de otra cosa. Las máscaras se convierten en otra atracción turística y hay decenas de actividades programadas por el Ayuntamiento relativas al carnaval. Desfiles, bailes públicos y privados; incluso hay asociaciones como Amici del Carnevale di Venezia (Los amigos del Carnaval de Venecia), que pretenden dar a conocer la historia, cultura y costumbres de la ciudad. Entre algunos de los eventos más destacados se encuentra La Festa delle Marie (Fiesta de la María), una especie de concurso de belleza que se celebra debido a que, antiguamente, escogían a 12 doncellas que recibían una dote para poder casarse; o el Volo dell’angelo (Vuelo del ángel), en el que la ganadora de ese concurso baja deslizándose por un cable desde el Campanile hasta un escenario habilitado en la plaza de San Marcos.

Actuación de los Amici del Carnevale di Venezia en el Campo San Geremia, Venecia 2023 / María Cantó.

El poeta Diego Valeri, en Guía sentimental de Venecia, advertía que «dar vueltas por calli y campi, sin itinerario establecido, es quizá el placer más bello que uno pueda darse en Venecia». Perderse por el laberinto de puentes y canales, alejándose de los puntos más turísticos y por consecuencia del ruido, es, sin duda, la mejor forma de apreciar y respetar la particular arquitectura de esta ciudad, construida sobre el mar. Porque es ahí, en los barrios de Dorsoduro o Cannaregio (antiguo ghetto judío), donde es posible encontrarse con una ciudad que, como sus aguas, parece haberse quedado estancada en el tiempo.

Mujer disfrazada en el Gran Canal de Venecia, 2023 / María Cantó
Mujer disfrazada en el Gran Canal de Venecia, 2023 / María Cantó.

María Cantó

Periodista especializada en cultura. Escribo sobre todo lo que me ilusiona.

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