El arte de tatuar, mucho más que estética

Anna Artoria Gibbons para la serie 'Homenaje a los iconos del tatuaje'

Hace poco más de 30 años, en 1991, dos alpinistas alemanes se encontraron con un descubrimiento inaudito. Bajo un glaciar de los Alpes italianos, la pareja de turistas halló una momia de unos 5.300 años de antigüedad cuyo cuerpo conservaba más de 60 tatuajes. Otzi, el Hombre de Hielo, se convirtió rápidamente en uno de los hallazgos más importantes y sorprendentes del universo del tatuaje. 

Este arte ha estado ligado al ser humano desde el principio de su existencia. Tattoo. El arte bajo la piel nos ofrece un peregrinaje hacia los orígenes de esta práctica ancestral y su evolución a lo largo de la historia. La exposición, realizada en colaboración con el Musée du Quai Branly- Jacques Chirac, abrió sus puertas el 2 de diciembre y permanecerá en Caixaforum Madrid hasta el 17 de abril. 

La muestra cuenta con más de 230 piezas, desde fotografías y grabados y obras audiovisuales, objetos como máquinas de tatuar, maniquís, composiciones de silicona y kakemonos. Además, se muestran los proyectos y trabajos de tatuadores de renombre internacional como Kari Barba, Chimé, Tin-Tin, Horiyashi III, Filip Leu o Laura Juan, entre otros.

Exhibición hiperrealista de diseños de tatuajes

Mediante una perspectiva antropológica, la exposición explora el universo de los tatuajes según sus diferentes usos y funciones a lo largo de diferentes épocas y las diversas sociedades y culturas. Desde motivos religiosos hasta funciones puramente punitivas, como marca de un grupo marginal o como un mero símbolo personal, los tatuajes han ido cambiando y transformándose más allá de una representación estética. Tattoo. El arte bajo la piel reivindica el carácter identitario y la labor social del tatuaje y nos transporta hasta sus entrañas en diferentes lugares del mundo.

En Nueva Zelanda, el arte de Ta moko es un claro reflejo de la identidad de una persona. Los tatuajes en la cultura maorí plasman lo que ellos denominan whakapapa, la ascendencia e historia personal de un individuo. Los manawas, las líneas de sus tatuajes que significan «corazón» en su lengua, representan sus experiencias vitales. 

Una interpretación muy diferente la podemos encontrar en Tailandia. Los Sak Yant poseen un significado ligado a la religiosidad. Son marcas sagradas hechas normalmente por un monje, que conllevan el cumplimiento de unas reglas ya que son un símbolo de fe. Estos diagramas místicos se convierten en un tipo de amuleto. Aquel que los porta busca el poder del tatuaje para atraer el poder, la protección, el carisma o la fortuna. 

En la comunidad japonesa de los Ainu, en cambio, el dibujo de la piel estaba reservado para las mujeres, que los lucían en los labios. Para este grupo indígena, estos constituían un elemento fundamental de su cultura. Los primeros dibujos se realizaban cuando las niñas eran pequeñas y se iban agrandando para indicar que la mujer estaba lista para casarse. Además, proporcionaba protección frente a los espíritus malignos. 

Pintura al óleo de un hombre tatuado en el rostro en Tattoo. Arte bajo la piel

En Europa, sin embargo, esta práctica se instaló en la marginalidad. Durante la era soviética, los tatuajes eran utilizados entre los prisioneros de los gulags para diferenciarse e identificar el tipo de crimen por el que estaban encarcelados. Así lo demuestran, por ejemplo, los trabajos de Danzig Baldaev (1925-2005), un guarda que entre 1948 y 1986 realizó más de tres mil dibujos de tatuajes de los prisioneros. En la Alemania nazi, como en otras muchas guerras, se utilizó esta técnica para marcar a los presos en los campos de concentración. 

El tatuaje, convertido en expresión artística de alcance global, forma parte del legado y patrimonio cultural de una gran parte de la humanidad. A pesar de las diferencias geográficas o temporales, el arte de tatuar ha convertido al cuerpo humano en uno de los lienzos más importante del hombre para transmitir valores, creencias y sentimientos. 

El tatuaje en la cultura japonesa en Tattoo. Arte bajo la piel

África Villegas

Periodista y comunicadora por la Universidad CEU San Pablo. Cinéfila, amante de la lectura y la historia.

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