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Charles Aznavour, el eterno bohemio

Charles Aznavour (París, 1924) entró en el mundo de la música por una puerta lateral. La primera de sus múltiples facetas en la que halló reconocimiento fue en la de la composición, cuando Edith Piaf solicitó sus servicios y comenzó a popularizar sus primeras canciones. Con El Gorrión de París permaneció casi nueve años, como chófer, mozo de comedor y secretario, pero Charles quería por encima de todo ser cantante, y el éxito le esquivaba.

Edith Piaf_Charles AznavourAños después plasmaría este periodo de su vida en una canción que recoge el estado de ánimo de un fracasado en el mundo de la canción: Je m’voyais déjà.  Entre 1946 y 1948 cosechó grandes éxitos, especialmente en Canadá y en Estados Unidos, pero regresó a París, siguiendo el consejo de Edith Piaf. En 1956, por fin,  triunfó clamorosamente en un recital en el Teatro Olympia de la capital francesa. Había nacido una estrella.

Casi sesenta años después, el apodado embajador de la canción francesa es el cantante galo más conocido internacionalmente y de carrera más extensa en la historia de la música universal, y ha vendido más de 100 millones de discos. Contemporáneo de iconos como Edith Piaf, Yves Montand o Juliette Gréco, Charles Aznavour cumple este mes de mayo 91 años, algo totalmente impensable al ver la vitalidad que desprende su cuerpo pequeño y enjuto y lo prolífico de su trabajo.

Y es que Aznavour avanza hacia la centena sacando un nuevo disco, Encores, donde firma tanto textos como música. El nuevo trabajo, que será el numero 51 de su dilatada carrera, supone un homenaje a los recuerdos de infancia, a la nostalgia y a la memoria profesional de un artista que no componía nuevas canciones desde que en 2011 publicase Toujours.

En paralelo, Aznavour se subirá de nuevo al escenario en una gira internacional que le llevará al Palacio de los Deportes de Madrid esta misma noche (el próximo 24 de octubre a San Sebastián), un año después de abarrotar el Liceo de BarcelonaSeguro que entre su repertorio, que será en francés y español al cincuenta por ciento, no faltan clásicos universales como La Bohême, Comme ils disent, Aprés l’amour o Que c’est triste Venise.

https://youtu.be/CyF9W-OovnY

 

Una cita ineludible con la historia de la chanson, género característico de buena parte del siglo XX, que según Aznavour todavía goza y gozará de buena salud. El intérprete ha llegado a afirmar que cuando él desaparezca su forma de entender la música seguirá perviviendo. «Siempre habrá alguien que quiera contar cosas dentro de este formato de canciones clásicas. Cuando nace un bebé, ¿su familia le canta rock’n’roll? No, ¿verdad? Pues seguiremos cantando esas viejas melodías», proclama. La figura de Charles Aznavour será para siempre, pero su voz y sus canciones, serán eternas.

Andrés Seoane

Gallego y periodista de nacimiento y vocación. Podría hablar sobre mí y sobre lo que me gusta, pero es mejor que leas mis textos. Ellos se expresan mejor que yo.

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