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Carlos Bardem: «El fútbol es un circo inflado y un negocio ruinoso»

Diamantes Nergros
Actores en una escena de la película de "Diamantes Negros"

Son jóvenes, juegan bien al fútbol, y tienen ganas de salir de Mali. Cuando un ojeador les propone venir a España, no se lo piensan dos veces, pero sus expectativas, quizás, no se correspondan con la realidad. Eso es lo que les sucede a Amadou y a Moussa, los dos protagonistas de Diamantes Negros, el último largometraje de Miguel Alcantud que se alzó con el Premio del Público en el último Festival de Málaga. La cinta, que llega este viernes a las salas, está protagonizada por Setigui Diallo, Hamidou Samake, Guillermo Toledo y Carlos Bardem. Este último charló con Cultura Joven, en el preestreno de Madrid, y no solo nos habló de la película.

«Vamos a ver cómo hay gente que se aprovecha de la desesperación y las ansias de salir de la miseria de personas que viven en sitios como África, les prometen cosas que nunca se van a cumplir, y hacen negocio con ellos. Cuando el negocio no funciona, que es en el 99% de los casos, los abandonan», cuenta Bardem. El actor reconoció no saber mucho sobre tráfico de seres humanos el en mundo del balompié, y afirmó que trabajar en este proyecto le ha hecho darse cuenta de muchas situaciones: «Hacer Diamantes Negros me ha abierto los ojos en torno a algunas cosas que son francamente preocupantes. Lo bueno de esta película es que lo explica sin ningún maniqueísmo ni sensiblería. Te pone delante de una realidad y hace que el público juzgue y saque sus propias conclusiones».

"Diamantes Negros"
El actor Carlos Bardem, en el photocall de «Diamantes Negros»

Tras unas polémicas declaraciones a EFE, la misma mañana de la presentación, en las que aseguraba que «ningún futbolista tiene la más mínima inquietud para pronunciarse sobre lo que está pasando en este país», no quisimos perder la oportunidad y le preguntamos al respecto. «Creo que el fútbol es un circo inflado, un negocio ruinoso que debe una cantidad ingente de millones a la hacienda pública y nadie ejecuta esa deuda. Pero no hay interés en que este circo se detenga, ya que tiene una función anestésica en nuestra sociedad, y sería de esperar, que dentro de ese mundo, surgieran voces críticas hacía ese modelo y hacía esa función anestésica», afirmaba contundente.

Además, también habló de esas personas que machacan a los cineastas por posicionarse y ser críticos con la situación del país. «Hay gente que nos teme por tener un discurso distinto al oficial, entonces, cada vez que alguien alza la voz, hay que darle leña al mono hasta que se calle», comentaba. Sin embargo, él no está dispuesto a guardar silencio y, además, considera que cada vez son más los que tienen el discurso claro: «Cada vez somos más los que pensamos que esto no es una crisis, es una estafa, una regresión social e histórica muy importante». Por otro lado, tiene muy claro que antes de su profesión, se encuentra su derecho como ciudadano: «Se escudan en un argumento absolutamente falaz y absurdo, que es que si tu eres actor no puedes opinar de nada. Pero yo, antes que eso, soy ciudadano y tengo el derecho de opinar de todo lo que me dé la gana. Tengo el derecho y el deber», concluía.

Ángela Ruiz Samperio

Periodista. Nací en Santander, estudié en Salamanca y ahora vivo en Madrid. Me apasiona el cine, el teatro, la música y la cultura en general.

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