Un 25 de enero de 1882, hace nada menos que 135 años, nació en Londres Adeline Virginia Stephen. Con este nombre, no tendríamos ni idea de quién es. Sin embargo, si nos referimos a ella como Virginia Woolf es posible que alguna de sus obras nos vengan a la mente. Tal es su relevancia, que esta novelista, ensayista, escritora de cartas, editora, cuentista y feminista británica es considerada como una de las más importantes figuras del modernismo, corriente literaria que imperó entre 1900 y 1940.
Su afición y gusto por la literatura lo heredó de Sir Leslie Stephen, su padre, que era novelista, historiador, ensayista, biógrafo y montañero. Su madre, Julia Prinsep Jackson, estaba más cerca del arte que del mundo literario, pues era tan bella que llegó a ejercer como modelo para pintores prerrafaelitas como Edward Burne-Jones.
En el número 22 de Hyde Park Gate, en Kensington, creció Virginia. Desde bien pequeña, sus padres le inculcaron su amor por la literatura. Aunque Woolf no acudía a la escuela, recibía clases de profesores particulares y de su padre.
Las relaciones que su padre mantenía con famosas figuras literarias de la sociedad victoriana también ayudaron al desarrollo de Woolf: Alfred Tennyson, Thomas Hardy, Henry James, George Henry Lewes, Julia Margaret Cameron y James Russel Lowell eran grandes conocidos de la familia y a menudo visitaban su domicilio. Por si fuera poco, con la enorme biblioteca que poseían los Stephen, Virginia y su hermana, Vanessa, aprendieron a disfrutar de los clásicos y de la literatura inglesa.
¿Qué es lo primero que escribió Virginia Woolf?
En 1905, comenzó a escribir profesionalmente para el Times Literary Supplement con un artículo periodístico sobre Haworth, el pueblo natal de las hermanas Brontë.
Diez años más tarde, en 1915, salió a la luz Fin de viaje, su primera novela. En esta obra, Woolf quiere romper los esquemas narrativos anteriores, sin embargo la crítica no lo tuvo en cuenta. Sería necesario que la escritora publicase La señora Dalloway y Al faro para que los críticos de la época empezaran a comprender su originalidad y calidad literaria. Con estos dos títulos, Woolf hace gala de su maestría técnica sin dejar de lado su afán experimental, además de introducir en la prosa un estilo que, en aquel momento, era poético.
Desde Fin de viaje hasta Entre actos
Nueve son las novelas que publicó Virginia Woolf desde 1915 hasta 1941.
1915, Fin de viaje: su primera obra es una de las más inteligentes y satíricas de la época, ya que retrata cómo se comportaba la sociedad eduardiana. En ella, Rachel Vinrace viaja en el barco de su padre, con destino a Sudamérica, pero termina realizando un viaje interior en que el se autodescubre.
1919, Noche y día: se ambienta en Londres durante el reinado de Eduardo VII -entre 1901 y 1910-. La autora resalta las diferencias que habitan en el día a día de dos amigas, Katherine Hilbery y Mary Datchet. Temas comunes como las relaciones de amor, el matrimonio, el éxito y felicidad están presentes en esta obra.
1922, El cuarto de Jacob: el protagonista, Jacob Flanders, aparece presentado únicamente por las impresiones que los otros personajes tienen sobre él. Con poca trama y escasa ambientación, este título es considerado como un estudio del carácter humano.
1925, La señora Dalloway: ambientada en la Inglaterra posterior a la Primera Guerra Mundial, Woolf retrata cómo es un día cualquiera en la vida de Clarissa Dalloway. La autora avanza y retrocede en el tiempo, a la vez que entra y sale de la mente de varios personajes para ayudar a construir tanto la vida de Clarissa como la complicada sociedad de entreguerras.
1927, Al faro: con poco diálogo y escasa acción, Woolf ahonda en el tiempo y en la exploración psicológica en una novela que se centra en la familia Ramsay y sus visitas a la isla de Skye (Escocia) entre 1910 y 1920.
1928, Orlando: fantasía en la que la protagonista vive cinco siglos de historia inglesa. Basada en algunos pasajes de la vida de Vita Sackville-West, escritora y amante de Virginia Woolf desde 1922, en muchas ocasiones se ha considerado esta novela como una biografía porque representa el personaje de una persona real. Temas tabúes de la época, como la homosexualidad, la sexualidad femenina y el rol de la mujer en la sociedad, son tratados en esta obra.
1931, Las olas: la novela refleja las reflexiones, más cercanas a los recitativos que a los monólogos, de un grupo de seis amigos. Con sus pensamientos, se crea una atmósfera como de olas, más similar a la poesía que a la prosa.
1937, Los años: Woolf abarca cincuenta años de historia británica para centrarse en los pequeños detalles de la vida cotidiana de los personajes y el cambio del tiempo en Gran Bretaña.
1941, Entre actos: novela póstuma, publicada poco después del suicidio de Woolf. Entre actos describe cómo se prepara y se representa una obra en un festival en un pueblo inglés justo antes de que comience la Segunda Guerra Mundial. En esta última novela, Woolf vuelca sus preocupaciones como la transformación de la vida a través del arte, la ambivalencia sexual y la reflexión sobre el flujo del tiempo y la vida.
Cuentos
1919, Kew Gardens (Jardines de Jew)
1921, Monday or Tuesday (Lunes o martes)
1924, The new dress (El vestido nuevo)
1944, A haunted house and other short stories (Una casa embrujada y otras historias cortas)
1973, Mrs. Dalloway´s party (La fiesta de la señora Dalloway)
59 años de vida
A lo largo de su vida sufrió trastorno bipolar, de hecho llegó a verse acosada por sus cambios de humor y enfermedades asociadas.
Contaba con tan solo 59 años cuando Virginia Woolf decidió poner fin a su vida. Al terminar su última novela, Entre actos, padeció una depresión similar a las que había tenido anteriormente. El inicio de la Segunda Guerra Mundial, la destrucción de casa de Londres durante los bombardeos alemanes y la mala acogida que tuvo la biografía que escribió sobre su amigo Roger Fry, provocaron que la escritora se viera incapacitada para trabajar.
Con un abrigo que contenía piedras en los bolsillos, el 28 de marzo de 1941 Woolf se lanzó al río Ouse y se ahogó. Días más tarde, el 18 de abril, encontraron su cuerpo y su esposo enterró sus restos bajo un árbol en Rodmell (Sussex).
Hoy, 135 años después de su nacimiento, Virginia Woolf sigue siendo una de las más importantes autoras de la literatura inglesa y universal. Sus frases y declaraciones, muchas de ellas feministas y adelantadas a su tiempo, siempre quedarán en el recuerdo.