Madrid se vestirá de gala el Día del Teatro, el 27 de marzo, con la celebración de la VIII edición de la Noche de los Teatros, en la que 110 espacios se llenarán de más de 200 actividades tanto clásicas como novedosas, desde ensayos abiertos, lecturas dramatizadas, visitas entre bambalinas, espectáculos en la calle y hasta un 50% de descuento en la compra de entradas en taquilla. Esta iniciativa no sólo se dirige a veteranos de este arte vivo, sino también a los noveles más curiosos e incluso a niños.
La inauguración oficial tendrá lugar en La Casa Museo Lope de Vega, donde se representará Cómicos de la lengua. Escrito por Teresa de Ávila, dirigido por el académico José Luis Gómez. Sin embargo, será antes, a las 17.00, cuando estallará la verdadera celebración en la céntrica calle Fuencarral, donde cinco compañías acercarán el teatro a todos los públicos ofreciendo actuaciones callejeras que finalizarán con un pasacalle. Resulta muy especial la importancia que otorga La Noche de los Teatros a un tipo de espectáculo tan cercano que no se trata sólo de arte y entretenimiento, también de una forma de comunicación y reflejo del contexto social, cultural, incluso político, de la actualidad. Son espectáculos espontáneos y democratizadores, que juegan con el factor sorpresa que supone trabajar para un público desconocido y heterogéneo.
Los Teatros del Canal, por su parte, abrirán sus puertas al público para que conozcan sus instalaciones y, con ellas, ese mundo desconocido en el que se crea una magia tan ilusoria como cautivadora. De nuevo, ésta es una fantástica iniciativa para provocar interés y curiosidad a los espectadores. Estamos tan acostumbrados a ir al cine o a conciertos como algo prácticamente rutinario, que el teatro se nos antoja como algo lejano propio de “culturetas”. Los esfuerzos por derrumbar esta imagen errónea y actualizar el medio teatral son cada vez mayores. Las obras clásicas se renuevan -como ha sucedido, por ejemplo, en El Buscón de la Compañía de Teatro Clásico de Sevilla, dirigido por Alfonso Zurro, o en El Eunuco, protagonizado por Alejo Sauras y dirigido por Jordi Sánchez (conocido por su papel en La que se avecina, como Antonio Recio). Los efectos cinematográficos han entrado en escena de la mano de Robert Lepage en el relanzamiento de su famosa obra Needles and Opium, de 1989. Las amistades peligrosas de Laclos se han dejado engatusar por la música, bajo la dirección del joven Darío Facal. Incluso la ópera ansía transformarse, algo que ha quedado patente en el ensueño de efectos ópticos, melodías brillantes y sonidos desgarradores en que Mauricio Sotelo ha convertido a El público, de Lorca.
¿De qué manera participarán los niños en esta velada? El Centro Cultural Pilar Miró, a través de Teatralia, representará dos funciones para los más pequeños a modo de acercamiento al teatro y a toda la cultura. Teatralia es un Festival Internacional de Artes Escénicas para Niños y Jóvenes que, en 2015, cumple su decimonovena edición. El festival conglomera música, danza, títeres y magia, tratando de tocar la fibra sensible de las nuevas generaciones, que serán el futuro del teatro, tanto en calidad de público como de participantes activos. Prueba de la importancia que el teatro está otorgando a este sector es la Joven Compañía, que se dedica a actualizar obras clásicas para jóvenes. Hace poco estrenó en Madrid Hey boy hey girl, una versión de Jordi Casanovas y José Luis Arellano del clásico de Shakespeare Romeo y Julieta, en el que los protagonistas se convierten en parte de un reality show.
La Noche de los Teatros demuestra que el teatro está vivo. Vive porque mueve, cada año en la industria española, 3,5 millones de espectadores, 12.000 espectáculos y 100 millones de euros. Vive porque desea que nos replanteemos nuestras más profundas preocupaciones y las transforma en conflictos atemporales. Vive porque se reinventa cada día y quiere llegar, y pertenecer, a todos.