Tom Odell regresa a Madrid para promocionar ‘Wrong Crowd’

Tom Odell

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Tom Odell vuelve a Madrid para promocionar su nuevo disco Wrong Crowd. Los fans del artista británico podrán disfrutar de su música el sábado 18 de febrero en la Sala But.

Aunque Odell ya tocaba el piano con siete años, no comenzó a componer hasta los trece, por lo que, cuando se dio a conocer con su álbum Long Way Down, en 2013, ya llevaba tiempo componiendo.

El mismo año en el que lanzó su primero disco, Odell ganó el BRIT Critics Choice Award, un galardón que pretende premiar a talentos musicales británicos que aún no han triunfado. Entre los premiados destaca Adele (2008) y Florence and the Machine (2009).

La pasión que siente por el cine y la literatura está muy presente en su primer disco. El artista vendió más de un millón de copias de Long Way Down, alcanzando el número uno en Reino Unido y consiguiendo el Disco de Platino.

De este primer álbum destacan temas como Another Love, utilizado por la BBC para promocionar su programación en 2013; Hold Me; Real Love, una versión de una canción de The Beatles que se utilizó en el anuncio navideño que realizó John Lewis en 2014, y I know, una balada que va directa al corazón.

Su segundo disco, Wrong Crowd, salió al mercado el 10 de junio de 2016 con un total de once canciones nuevas. También publicó una edición de lujo con cuatro canciones adicionales (She Don’t Belong To Me, Mystery, Entertainment y I Thought I Knew What Love Was).

De su nuevo álbum destacan canciones como Somehow, por la intimidad que transmite; Sparrow o Daddy, por tener unos ritmos más rockeros.

Aunque casi siempre aparece oculto tras un piano, Tom Odell sorprende por su talento musical. Sus sencillos videoclips obligan al espectador a centrar la atención en una voz que no parece necesitar ningún tipo de acompañamiento para brillar.

La gira europea le llevará, también, a Barcelona donde dará un concierto en la sala Razzmatazz el viernes 16 de febrero.

Cristina García

Siempre he tenido mis monstruos, aunque nunca fueron a verme. Simplemente convivían conmigo. Y empecé a escribir para intentar aplacarlos. Aquello se convirtió en hábito cuando descubrí que con las letras podía mantenerlos encerrados. Así que construí mundos enteros. Después llegó el periodismo y, con él, el amor por la cultura.

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