STUART MURDOCH NOS DEJA ENTRAR EN SU CAFÉ CELESTIAL

Celestial Café

Stuart Murdoch padece aerofobia. El espacio vacío entre el avión y el suelo le provoca una sensación de angustia, ansiedad y terror, imposible de calmar sin relajantes. Siendo líder y alma mater de un grupo como Belle & Sebastian, envuelto en giras mundiales desde mediados de los 90, ha tenido que hacer frente a este pánico por y para la música. Desde un café se imagina cómo sería ponerle raíles y trasladar esa tranquila estancia de murmullos, cafeína y apacibles clientes por todo el mundo, con él como animador de veladas sólo acompañado de su guitarra y su voz; pudiendo escribir su libro mirando por la ventana; con esta cafetería rebosante de tranquilidad paseando a ras de suelo… así nace The Celestial Café, un diario de ideas, pensamientos, acontecimientos… el diario de Stuart Murdoch.

Murdoch lleva un diario online en la web oficial de Belle & Sebastian; The Celestial Café supone la reunión de las entradas desde 2002 hasta 2006, coincidiendo con la publicación de Belle&Sebastian (Official Web)los álbumes Dear Catastrophe Waitress y The Life Pursuit. Pero pese a ser el epicentro literario de una etapa prolífica de un grupo de música, no hay histriónicas historias de rock, sólo un viaje por la vida de Murdoch, sus ilustraciones, sus poemas y su irrefrenable discurso mental. Se escapan varias anécdotas del grupo a lo largo del libro, como cuando Stevie Jackson (guitarra y vocalista del grupo junto con Murdoch) amenazó violentamente a unos reporteros de la BBC en un aeropuerto que sólo estaban interesados en Franz Ferdinand y creían que Belle & Sebastian eran «una chica llamada Belle y un chico llamado Sebastian»; o como cuando Stuart cantó una canción de los Sex Pistols en un karaoke en Tokio.

Aunque la mayoría de las entradas las hace desde su Glasgow natal, Londres, Kentucky, Los Ángeles, Estocolmo, Irlanda, Japón, Australia… son solo algunas de las paradas de Belle & Sebastian, de las paradas de Stuart Murdoch en ese Café Celestial desde el que él escribe con los pies en la tierra; y es que la escritura de Murdoch es como las canciones de Belle & Sebastian, realista, llana, clara y suave: «Any other night of the week the moonlight on the river coming back to me through the branches of the hornbeams, from the balcony, would seem sublime. Any other night sleep would eventually take me at about 2 am, as long as my closing eye had a clear view of my favorite quarter of the northern sky. Any other night the town would seem vaster, broader, more accommodating to the dreams of wide-awake visionaries and malcontents».

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Si entramos en este café celestial, descubrimos la cara B del líder Belle & Sebastian; por momentos presuntuoso, ambicioso, con ganas de hacer explotar el grupo y llegar a una audiencia masiva, dejándose de conciertos en locales de aforo medio para dar el salto a las grandes arenas; por otra, la historia de un artista tímido, comedido, escondido siempre tras un libro, tras una película, sumido en un sentimiento de recogimiento compositivo y de escritura intimista. Dos visiones de una misma persona y los entresijos de la vorágine de una gira o el estrés de la producción de un disco; es la visión personal e intransferible del éxito musical:

-Stuart Murdoch: ¿Cuándo conseguiremos una buena cantidad de números uno como Abba?

-Bobby Kildea: Cuando te crezcan un par de tetas.

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