¿Y si Jane Austen hubiera nacido hoy día?

Jane Austen moderna

Feliz cumpleaños, Jane Austen (Reino Unido, 1775). Porque tu primer libro apareció firmado «por una mujer» («by a lady»). Por tu exquisito uso de la ironía. Porque sigues tan de moda como hace tres siglos. Porque encapsulaste la sociedad de tu tiempo en seis novelas deliciosas. Y porque este 16 de diciembre habrías cumplido 243 años. Motivo suficiente para preguntarse, ¿qué hubiera sido de Jane Austen si hubiera nacido hoy día? ¿Y si la escritora británica hubiera sido millennial?

La que se plantea es una cuestión recurrente para quienes soñamos con desfallecer cual dama victoriana sobre los fornidos pero gráciles brazos del esquivo Señor Darcy. Formamos un ejército, por cierto. Sólo en su país de origen, cada año se venden 50.000 nuevos ejemplares de Orgullo y prejuicio (1813). A mi parecer, y a pesar de su capacidad para imaginar quimeras, nuestra querida Jane jamás habría adivinado que alguien como nosotros (seres con móviles, Internet y Netflix) nos dejaríamos encandilar por sus historias pero, ¿qué sería de ella?

 

1. La llamarían “feminazi”

The Lizzie Bennet Diaries gif

A pesar de verse obligada a usar seudónimo, Jane Austen eligió una manera de firmar que, en realidad, reafirmaba su condición femenina, y en la que además englobó a todas aquellas mujeres que lucharon y reivindicaron su propio protagonismo en el mundo del libro. Así, firmó su opera prima, Sentido y Sensibilidad (1811), como obra escrita “por una mujer”. Austen reafirmaría siempre su condición femenina y reivindicaría el poco o nulo protagonismo de las mujeres a través de ensayos, videoblogs y activismo dentro y fuera de las redes sociales. #MujeresInvisibles.

2. Estaría soltera, ¿y qué?

The Lizzie Bennet Diaries gif

Austen vivió en una época en que las mujeres no tenían muchos derechos. Lo único que se esperaba de ellas era que se casaran, criaran a sus hijos y obedecieran a sus maridos a cambio de una compensación económica. Pero Jane Austen se mantuvo soltera y se dedicó por entero a su amor verdadero: La literatura. Por eso, hoy en día Austen también tendría que aguantar a la típica abuela que rumia en las cenas navideñas: «¿Y tú cuándo nos vas a traer al novio?». (De hecho, su abuela fue el escritor D.H. Lawrence, quien la calificó como ‘vieja solterona’). Austen tampoco creería en los «relojes biológicos» y otras pamplinas, ni su vida giraría en torno a traer descendencia a este mundo. No somos vasijas ni incubadoras, gracias.

3. Tendría Twitter y canal de YouTube

Jane Austen hater gif

Jane Austen sería muy capaz de transmitir su mensaje con perspicacia, pero siempre presentado con sutileza y manejado con mordacidad. «Ser una solterona ofrece algunas ventajas; me siento en el sofá junto a la chimenea en los bailes, y bebo todo el vino que me da la gana», dijo, pero podría haberlo tuiteado también. La sátira social fue el gran fuerte de Austen. A través de este recurso puso de manifiesto las desigualdades entre clases, el fracaso de la educación privada y la desigualdad entre hombres y mujeres. Austen sería algo así como la versión con clase de @Barbijaputa. Se abanicaría con vuestras lágrimas y sería proclamada la reina del zasca “fino” en Twitter y YouTube.

4. Pero no sería “instagramer”

The Lizzie Bennet Diaries gifEn Orgullo y Prejuicio, Elizabeth Bennet rebate con lengua mordaz la peculiaridad de la instrucción femenina en “talentos” como forma de hacer respetables a las damas. No temía admitir que no había tenido institutriz y que era mala con el piano porque no le interesaba lo más mínimo. Jane Austen no haría covers en Instagram, eso está claro. Ni utilizaría Instagram. Al final, los selfies no son más que la versión 2.0 de la obsesión por la apariencia burguesa. Jane Austen tendría claro que las imágenes que cuelgan las influencers son irreales y el resultado final de más de cien tentativas con la misma pose para conseguir un vientre plano. Son los corsés del futuro.

Jane Austen girlboss

 

5. La más cafeinómana

Jane Austen tenía un escritorio portátil y usaba varios pares de gafas de pasta que aún hoy conserva la Biblioteca Británica. ¿No es lo más hipster de la Regencia? Lo es. Además y, al contrario que otros escritores, Austen no tenía un espacio propio para escribir, por lo que lo hacía en cafés abarrotados de gente. Por eso, a día de hoy la escritora se pasaría las tardes anclada a la silla de cualquier cafetería que tuviera wi-fi gratis y enchufes para cargar su MacBook.

***La mayor parte de los gifs pertenecen a la webserie «The Lizzie Bennet Diaries«.

Laura C. Liébana

Periodista. No me gusta mi segundo apellido. Mi vida se basa en establecer relaciones entre un Miró, un Chanel, una de Woody Allen y las peores series de Netflix. Twitter e IG: @lauracliebana

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