ROBIN HOOD RECAUDA FONDOS PARA LAS NIÑAS DE KENIA

El personaje Disney de Little John

Probablemente, si Robin Hood viviese hoy en Madrid, no iría lanzando flechas por el Parque de El Retiro para pisparle la cartera a un director del Santander y dársela a un desempleado que tiene que pagar la hipoteca de una casa recién requisada por el banco. Si Robin Hood viviese hoy en Madrid, formaría parte de la Fundación La Semilla y protagonizaría el musical que, hasta el 29 de mayo, se representa en el Colegio Chamberí. Después de haber reunido 32.000 euros con la representación, en 2009, de El mago de Oz, este año, todo lo que el arquero de Sherwood (Fernando Palacio) y su inseparable Little John (Luis Víctor Fernández) recauden irá destinado a la instalación de duchas y letrinas en el internado femenino de Ishiara, en Kenia, y a las familias y jóvenes en riesgo de exclusión del barrio de Hortaleza.

El Príncipe Juan y el sheriff de Sherwood en una escena del musical de Robin HoodYa no estamos en la Edad Media y estos son algunos de los desamparados con los que hoy en día nos encontramos. Sin embargo, el espectáculo trata de mantener una estética medieval que, con frecuencia, el guión se encarga con gracia de alterar. Es el caso del Papa Americano que se marcan una pareja de aldeanos, al más puro estilo “escenas de matrimonio”. O de las divertidas apariciones del Príncipe Juan (Laura Romero) que, con su desnaturalizada voz, se lamenta de que su hermano, el Rey Ricardo (Jaime Martínez), sacase en el cole mejores notas que él.

“¡Buaaaaa, buuaaaa, buaaaaa!!” –llora Juan sin Tierra y un bebé que tengo detrás. Esto es lo malo de ir a un musical dirigido al público infantil, que los sollozos y los “¡Mamaaaa!” a veces no te dejan oír la representación. Y estás más pendiente de dirigir una mirada fulminante a los responsables del rebelde para que se lo lleven que a cómo Robin Hood y su amigo grandullón se disfrazan de Aramís Fuster para dejar sin un penique al heredero del rey.

El personaje Disney de Little John

 

Situaciones cómicas, momentos de acción –acompañados con efectos especiales, como los tiros con arco o los poderes mágicos de Sir Hiss (Gerardo Franco), que dejarán a los más pequeños alucinados –y, como no, apasionadas historias de amor y muchas, muchas canciones originales compuestas por Pilu Velver. Si algo tiene que envidiar esta producción a la factoría Disney –además de no tener a un pollo como narrador, a una zorra como Lady Marian y a un oso como Little John –no es el talento, sino los medios y el presupuesto. Y, en concreto, sus sistemas de iluminación, con unos focos cegadores más propios de una gala de entrega de premios que de una obra teatral.

Pero no hay que olvidar que se trata de un teatro amateur, y que la veintena de personas que conforman el equipo técnico y artístico, bajo la dirección de Irene Angosto, han estado trabajando duro los últimos dos años para que, durante todos los fines de semana hasta finales de mes, podamos asistir gratuitamente a la función. Sólo es necesario para ello hacer una reserva desde su página web o llamando al 636 034 065 de 17h a 21h. Ahora bien, Robin Hood y Little John se encargarán de franquear las puertas a la salida para que ningún espectador se escape sin la posibilidad de contribuir, con un donativo voluntario, la compra de CDs, camisetas o DVDs, en los proyectos de este histórico teatro solidario.

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