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Periodismo cultural para «neutralizar la atropellada amnesia de la mirada humana»

Son las 19.25 de uno de los primeros martes otoñales del año. El profesor de la Universidad CEU San Pablo Ignacio Blanco nos da la bienvenida a Ámbito Cultural de El Corte Inglés de Callao, donde presenta su libro Periodismo Cultural, junto con otros colegas de profesión y, según afirma, también sus amigos”. Nadie ha querido perderse este evento y estamos a punto de descubrir el porqué.

Entre compañeros de trabajo, alumnos y familiares, los periodistas y profesores Margarita Garbisu y Jesús Ruiz Mantilla, el director de la Fundación Santillana, Basilio Baltasar, junto con Blanco, quien lleva la voz cantante desde el principio, crean muy rápidamente una atmósfera distendida y acogedora en la que a todos los presentes nos relajamos como si estuviéramos en el salón de nuestra propia casa. Y las palabras fluyen en una conversación entre amigos.

El libro que se presenta ha sido elaborado entre once autores y publicado por la Editorial CEF. En este sentido, surge, tal y como adelanta Blanco, “de la colaboración conjunta en el ámbito de la enseñanza”, pero también para dar voz a la renovación de contenido, usando como canal de transmisión la experiencia de profesionales del mundo académico, con un tono divulgativo.

Periodismo cultural aparece estructurado en dos bloques: “Géneros y canales del periodismo cultural”, cuya función es la de dar cuenta de las principales características de esa rama del periodismo, y “Áreas informativas del periodismo cultural”, donde encontraremos capítulos organizados en torno a las secciones tradicionales de la cultura: artes plásticas y escénicas, literatura, música y cine. A estos temas se añaden Periodismo de viajes y Fotoperiodismo y arte.

Una tímida Margarita Garbisu toma la palabra para meterse de lleno en lo que “su colega Nacho ya ha adelantado”, explicando que el libro surge de la necesidad de crear un texto de referencia para el periodismo cultural de época actual.

Por su parte, los autores, que imparten distintas disciplinas del ámbito de la comunicación en la UDIMA y en el Máster Universitario en Periodismo Cultural en la Universidad CEU San Pablo, aceptaron el reto “con mucho entusiasmo” y, en un año y medio, el libro estaba terminado.

Y, como no podía ser de otra forma, entre el público, en un día tan señalado, estuvieron casi todos aquellos cuya pluma ha intervenido. Nadie quería perderse esta reunión.

Del papel al aula

El reputado periodista de El País y autor de uno de los capítulos , Jesús Ruiz Mantilla, inunda la sala con su grave voz para contar las dificultades a las que se enfrenta año tras año para transmitir de forma amena su forma de trabajar. Sin embargo, mayores son, según dice, las dificultades a las que se enfrenta diariamente para ordenar sus ideas y plasmarlas de forma inteligible para los lectores en una disciplina tan compleja como es el periodismo cultural

Por su parte, Basilio Baltasar  interviene, en primer lugar, dando “su más sincera enhorabuena”. Confiesa, seguidamente, que las cuestiones sobre las que versa la publicación, han ocupado sus inquietudes más recientes.

Imagen de la presentación celebrada en Ámbito Cultural en El Corte Inglés de Callao.
Imagen de la presentación celebrada en Ámbito Cultural en El Corte Inglés de Callao.

Apoyándose en citas de los propios autores, describe el compromiso moral que han adquirido con el mundo, tanto en general, como en el ámbito académico, no solo reuniendo “teoría y mecanismos”, sino creando un tratado que consolida las bases de una sociedad culta y actualizada, trayendo al presente “un ejercicio permanente de memoria”.

Afirma que solo así es posible neutralizar la “atropellada amnesia de la mirada humana”.

En este sentido, Baltasar propone la pionera idea de distinguir de forma estricta entre las obras del arte, lo dirigido al alma, como esta nueva publicación, y los meros productos del entretenimiento. Y haciendo un paralelismo, propone distinguir al mero consumidor, del ciudadano culto preocupado por leer y por saber, el tipo de persona que ha de apreciar la calidad de este libro mientras lo lee.

Tras la intervención de Baltasar, se produjo  un coloquio con el público, muchos de ellos antiguos alumnos de los ponentes. Una aprendiz de periodismo cultural en el CEU con Ignacio Blanco asegura que “leer un capítulo es como estar en una clase del máster». Esta frase ilustra el carácter didáctico y ameno que caracteriza este tipo de obras.

Los aplausos de un público entregado anuncian que el tiempo está llegando a su fin y el presentador del acto, Ignacio Blanco, agradece las palabras a sus compañeros y la asistencia a los presentes.

Lo que no sabe es que los agradecidos somos los espectadores, y me atrevo a decir que futuros lectores. No solamente porque nos han regalado una obra maestra que formará parte de nuestros libros de referencia, sino porque, sin ser conscientes, tanto en su obra como en sus clases, cada uno de los profesores nos deja una parte de ellos. No basta con transmitir una idea. Para que llegue a los alumnos es imprescindible saber cómo expresarla, y no es una tarea que todo el mundo sepa llevar a cabo con éxito. La enseñanza de nuestros profesores nunca cae en saco roto, ni se queda en las 400 páginas de un manual, sino que constituye un germen de cambio en cada una de nuestras mentes estudiantiles, que, a pesar de nuestra mayoría de edad, son esponjas.


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